1- De qué quiere hablar. Determinarlo en una línea. Saber si vamos a escribir sobre ciencia ficción, realidad, novela; cuál será la historia, mínimante, en un trazo, sin necesidad de entrar en detalles. El proceso te ayudará de una forma natural a ir definiéndolo con más claridad. El objetivo de este primer paso es redactar una mini sinópsis. Para ello, una clave del experto es ver que hay escrito sobre el tema.
2-Qué quieres transmitir. En este paso precisamos la idea que desarrollaremos: de qué quiero hablar, qué quiero transmitir, cuál es el transfondo. La idea principal de la novela a través del planteamiento de una especie de hipótesis. Este será el punto de partida de los temas a tratar, aunque siempre podrán variar a lo largo del proceso. Este paso tiene como objetivo dirigir la novela hacia una dirección en concreto.
3-Quién lo va a protagonizar. Es el turno de esbozar los personajes. Aunque aún no hemos desarrollado excesivamente la trama (estamos en el origen de todo) éste es el mejor momento para comenzar a construir los personajes. Una herramienta últil para ello es elaborar una ficha de cada personaje: en ellas determinaremos qué hacen, cómo van a ser, si estarán a favor o en contraposición a tu idea, etcétera.
4-Cómo lo vas contar. Es el momento de elegir el tipo de narrador ya que influirá mucho en el punto de vista desde el que contaremos nuestra historia. Puede ser omnisciente, protagonista, testigo. Influye en la idea, en los personajes y en desarollo de la trama.
5-Cómo se desarrollará la historia. Todo el material que hemos desarrollado hasta este punto resulta suficiente para desarrollar la trama punto a punto, es decir, una historia con ritmo y coherencia. Lo más importante es que los personajes y la historia confluyan de forma coherente al final. Por ello, la trama se traduce en una sinópsis muy extensa en la que se explican los hechos y se especifica la parte técnica de la obra. Debe extenderse al menos 10 folios y nos servirá como punto de partida para conocer si la historia funciona: si tiene los giros necesarios, un buen ritmo. “Es un ejercicio personal”.
6-¿Sé suficiente sobre mi historia? En este punto es donde la documentación cobra relevancia. Si es una novela histórica, el proceso de investigación debe comenzar al principio. Sin embargo, para otro tipo de obra, en este momento es cuando debemos comenzar a acumular la información necesaria para que la historia sea verosimil, pero no quede recargada. Es importante saber qué información vas a dar y cómo vas a hacerlo.
7-Qué estructura tendrá. A modo de escaleta hay que definir escena a escena quién participa, lo que sucede, dónde, qué importacia tendrá en el conjunto y posteriormente, dividirlas por capítulos. Se trata del esqueleto de la novela.
8-Cuál será su título. “Ya tienes mucha información y puedes darle vueltas al título de la novela”. Aunque aún no has comenzado a escribir, ya has acumulado muchos datos y los tienes ordenados. Hay que determinar si será explicativo o marketiniano.
9-Escribe sin miedo. En este punto ya se está preparado para dejarse llevar por la estructura y seguir la guía de la escaleta. Una vez comienzas a escribir, podrás saber qué funciona y qué no y cambiar cualquier punto.
10-Revisa sin tapujos. Hay que revisar y revisar, cada trama, que la información sea exacta: que no te quedes corto, que no des más información de la cuenta, que los tiempos sean correctos. “Que todo encaje”.
1- De qué quiere hablar. Determinarlo en una línea. Saber si vamos a escribir sobre ciencia ficción, realidad, novela; cuál será la historia, mínimante, en un trazo, sin necesidad de entrar en detalles. El proceso te ayudará de una forma natural a ir definiéndolo con más claridad. El objetivo de este primer paso es redactar una mini sinópsis. Para ello, una clave del experto es ver que hay escrito sobre el tema.
2-Qué quieres transmitir. En este paso precisamos la idea que desarrollaremos: de qué quiero hablar, qué quiero transmitir, cuál es el transfondo. La idea principal de la novela a través del planteamiento de una especie de hipótesis. Este será el punto de partida de los temas a tratar, aunque siempre podrán variar a lo largo del proceso. Este paso tiene como objetivo dirigir la novela hacia una dirección en concreto.
3-Quién lo va a protagonizar. Es el turno de esbozar los personajes. Aunque aún no hemos desarrollado excesivamente la trama (estamos en el origen de todo) éste es el mejor momento para comenzar a construir los personajes. Una herramienta últil para ello es elaborar una ficha de cada personaje: en ellas determinaremos qué hacen, cómo van a ser, si estarán a favor o en contraposición a tu idea, etcétera.
4-Cómo lo vas contar. Es el momento de elegir el tipo de narrador ya que influirá mucho en el punto de vista desde el que contaremos nuestra historia. Puede ser omnisciente, protagonista, testigo. Influye en la idea, en los personajes y en desarollo de la trama.
5-Cómo se desarrollará la historia. Todo el material que hemos desarrollado hasta este punto resulta suficiente para desarrollar la trama punto a punto, es decir, una historia con ritmo y coherencia. Lo más importante es que los personajes y la historia confluyan de forma coherente al final. Por ello, la trama se traduce en una sinópsis muy extensa en la que se explican los hechos y se especifica la parte técnica de la obra. Debe extenderse al menos 10 folios y nos servirá como punto de partida para conocer si la historia funciona: si tiene los giros necesarios, un buen ritmo. “Es un ejercicio personal”.
6-¿Sé suficiente sobre mi historia? En este punto es donde la documentación cobra relevancia. Si es una novela histórica, el proceso de investigación debe comenzar al principio. Sin embargo, para otro tipo de obra, en este momento es cuando debemos comenzar a acumular la información necesaria para que la historia sea verosimil, pero no quede recargada. Es importante saber qué información vas a dar y cómo vas a hacerlo.
7-Qué estructura tendrá. A modo de escaleta hay que definir escena a escena quién participa, lo que sucede, dónde, qué importacia tendrá en el conjunto y posteriormente, dividirlas por capítulos. Se trata del esqueleto de la novela.
8-Cuál será su título. “Ya tienes mucha información y puedes darle vueltas al título de la novela”. Aunque aún no has comenzado a escribir, ya has acumulado muchos datos y los tienes ordenados. Hay que determinar si será explicativo o marketiniano.
9-Escribe sin miedo. En este punto ya se está preparado para dejarse llevar por la estructura y seguir la guía de la escaleta. Una vez comienzas a escribir, podrás saber qué funciona y qué no y cambiar cualquier punto.
10-Revisa sin tapujos. Hay que revisar y revisar, cada trama, que la información sea exacta: que no te quedes corto, que no des más información de la cuenta, que los tiempos sean correctos. “Que todo encaje”.
ESOS SON ESPERO QUE TE SIRVA