1:Saulo de Tarso, un ciudadano romano nacido en Tarso de Cilicia (Hch. 22:3), era un ferviente fanático del Judaísmo (Gal. 1:14) y perseguidor a muerte de los cristianos (Hch. 9:1, 13)(Gal. 1:13)(Hch. 22:4, 19-20). Tal era su odio por éstos, que Saulo se presenta ante las autoridades judías (el sumo sacerdote y el consejo de ancianos) y pide cartas que le permitan viajar a Damasco para "llevar atado a Jerusalén a cualquier hombre o mujer que perteneciera a Cristo" a fin de que fueran castigados (Hch. 9:1-2)(Hch. 22:5).
2:Justo ahora, la senda que el Espíritu Santo toma es la de las palabras actuales de Dios. Así que, si la gente se embarca en la senda del Espíritu Santo, debe obedecer y comer y beber las palabras actuales de Dios encarnado. Él está haciendo la obra de las palabras; todo empieza desde Sus palabras y todo se construye sobre Sus palabras, Sus palabras actuales. Ya sea estar completamente seguro acerca del Dios encarnado o conocerlo, cada cosa requiere poner más esfuerzo en Sus palabras. De lo contrario, la gente no puede lograr nada y se quedará sin nada. Solo si se construye sobre los cimientos de comer y beber las palabras de Dios para así llegar a conocerlo y satisfacerlo, las personas pueden construir una relación normal con Dios .
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1:Saulo de Tarso, un ciudadano romano nacido en Tarso de Cilicia (Hch. 22:3), era un ferviente fanático del Judaísmo (Gal. 1:14) y perseguidor a muerte de los cristianos (Hch. 9:1, 13)(Gal. 1:13)(Hch. 22:4, 19-20). Tal era su odio por éstos, que Saulo se presenta ante las autoridades judías (el sumo sacerdote y el consejo de ancianos) y pide cartas que le permitan viajar a Damasco para "llevar atado a Jerusalén a cualquier hombre o mujer que perteneciera a Cristo" a fin de que fueran castigados (Hch. 9:1-2)(Hch. 22:5).
2:Justo ahora, la senda que el Espíritu Santo toma es la de las palabras actuales de Dios. Así que, si la gente se embarca en la senda del Espíritu Santo, debe obedecer y comer y beber las palabras actuales de Dios encarnado. Él está haciendo la obra de las palabras; todo empieza desde Sus palabras y todo se construye sobre Sus palabras, Sus palabras actuales. Ya sea estar completamente seguro acerca del Dios encarnado o conocerlo, cada cosa requiere poner más esfuerzo en Sus palabras. De lo contrario, la gente no puede lograr nada y se quedará sin nada. Solo si se construye sobre los cimientos de comer y beber las palabras de Dios para así llegar a conocerlo y satisfacerlo, las personas pueden construir una relación normal con Dios .