En el experimento se usó agua (H2O), metano (CH4), amoniaco (NH3) e hidrógeno (H2). Estas sustancias químicas fueron introducidas dentro de un conjunto sellado estéril de tubos y recipientes de cristal conectados entre sí en circuito cerrado. Uno de los recipientes estaba lleno de agua, con amoniaco, metano e hidrógeno y otro contenía un par de electrodos. Se calentó el agua para que se evaporase, y en otro recipiente los electrodos emitían descargas eléctricas, que eran atravesados por el vapor de agua y los gases provenientes del matraz de evaporación, y que simulaban la atmósfera de la Tierra primitiva. Después, los gases se enfriaban de modo que los gases se condensaran y las gotas volvían al primer recipiente, que se volvía a calentar en un ciclo continuo, creando de esta manera diferentes compuestos orgánicos. El ciclo se interrumpió después de una semana y la solución se analizó mediante cromatografía en papel. Aleksandr Oparin sabía que la Tierra carecía de oxígeno antes de la vida. La evidencia está en que cuando se extraen rocas con hierro de esa época primitiva, el hierro no está en forma de óxido sino en su forma metálica.
Antes de que apareciera la vida en la Tierra, había moléculas simples e inorgánicas como el agua, el metano o el amoniaco. Pero debido a los factores que se daban en la Tierra en ese momento (rayos, impactos constantes de meteoritos, erupciones volcánicas, etc.) las sustancias inorgánicas se combinaron dando lugar a aminoácidos tales como la glicina, la alfa alanina, beta alanina mientras que las manchas en el cromatograma de ácido aspártico y ácido alfa aminobutírico eran más difusas. Las moléculas inorgánicas pre-existentes se transformaron en orgánicas cuando hubo un aporte de energía. Las sustancias complejas se agruparon en gotas llamadas coacervados que se acumularon en los mares primitivos hasta que dieron lugar a moléculas capaces de reproducirse. Este proceso ocurrió durante miles de millones de años. Una parte de estos primeros seres vivos, millones de años después, (véase Historia evolutiva de las plantas) fueron los que transformaron las grandes cantidades de dióxido de carbono en oxígeno al cabo de otros millones de años.
Stanley Miller trató de probar esta teoría con un aparato sencillo mezclando vapor de agua, metano, amoniaco e hidrógeno. Se pensaba que estos gases eran los que existieron en la atmósfera terrestre en aquel entonces. Para simular el ambiente natural existente entonces utilizó calor, descargas eléctricas naturales (aportes de energía) utilizó electrodos y radiaciones ultravioleta. Con este experimento simuló las condiciones prebióticas y con el aporte de energía de los electrodos logró la obtención de aminoácidos, urea, varios ácidos orgánicos, y otros componentes orgánicos, pero nunca logró la obtención de materia viva, solo algunos de sus componentes.
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Respuesta:
El experimento
En el experimento se usó agua (H2O), metano (CH4), amoniaco (NH3) e hidrógeno (H2). Estas sustancias químicas fueron introducidas dentro de un conjunto sellado estéril de tubos y recipientes de cristal conectados entre sí en circuito cerrado. Uno de los recipientes estaba lleno de agua, con amoniaco, metano e hidrógeno y otro contenía un par de electrodos. Se calentó el agua para que se evaporase, y en otro recipiente los electrodos emitían descargas eléctricas, que eran atravesados por el vapor de agua y los gases provenientes del matraz de evaporación, y que simulaban la atmósfera de la Tierra primitiva. Después, los gases se enfriaban de modo que los gases se condensaran y las gotas volvían al primer recipiente, que se volvía a calentar en un ciclo continuo, creando de esta manera diferentes compuestos orgánicos. El ciclo se interrumpió después de una semana y la solución se analizó mediante cromatografía en papel. Aleksandr Oparin sabía que la Tierra carecía de oxígeno antes de la vida. La evidencia está en que cuando se extraen rocas con hierro de esa época primitiva, el hierro no está en forma de óxido sino en su forma metálica.
Antes de que apareciera la vida en la Tierra, había moléculas simples e inorgánicas como el agua, el metano o el amoniaco. Pero debido a los factores que se daban en la Tierra en ese momento (rayos, impactos constantes de meteoritos, erupciones volcánicas, etc.) las sustancias inorgánicas se combinaron dando lugar a aminoácidos tales como la glicina, la alfa alanina, beta alanina mientras que las manchas en el cromatograma de ácido aspártico y ácido alfa aminobutírico eran más difusas. Las moléculas inorgánicas pre-existentes se transformaron en orgánicas cuando hubo un aporte de energía. Las sustancias complejas se agruparon en gotas llamadas coacervados que se acumularon en los mares primitivos hasta que dieron lugar a moléculas capaces de reproducirse. Este proceso ocurrió durante miles de millones de años. Una parte de estos primeros seres vivos, millones de años después, (véase Historia evolutiva de las plantas) fueron los que transformaron las grandes cantidades de dióxido de carbono en oxígeno al cabo de otros millones de años.
Stanley Miller trató de probar esta teoría con un aparato sencillo mezclando vapor de agua, metano, amoniaco e hidrógeno. Se pensaba que estos gases eran los que existieron en la atmósfera terrestre en aquel entonces. Para simular el ambiente natural existente entonces utilizó calor, descargas eléctricas naturales (aportes de energía) utilizó electrodos y radiaciones ultravioleta. Con este experimento simuló las condiciones prebióticas y con el aporte de energía de los electrodos logró la obtención de aminoácidos, urea, varios ácidos orgánicos, y otros componentes orgánicos, pero nunca logró la obtención de materia viva, solo algunos de sus componentes.
Explicación: