MariaBacusoy24
La Antigua Roma se regocijaba y encontraba placeres y comodidad al interior de las ciudades; el campo era despreciado; los notables conformaban una nobleza urbana, y solo vivían en el campo durante el verano. Aunque también buscaban placeres en el campo, siendo el principal de ellos la exaltación del valor durante las expediciones de caza. Pero los grandes placeres eran urbanos: los baños públicos, el teatro, el circo, el coliseo, los deportes, y por supuesto, los banquetes y grandes fiestas populares. Y se era más privilegiado cuando la ciudad estaba rodeada por una muralla, cerco que la distinguía de las demás, y que “tenía mucho que ver con la mentalidad privada”; solo se podía ser un verdadero romano en la ciudad.
Los ciudadanos romanos también eran atraídos por las construcciones, por las grandes ciudades y sus acueductos, edificios, canales, puentes y por los nuevos inventos que eran más bien escasos para la época (eran la excepción y no la regla), tal como los cuadrantes solares que pronto fueron construidos en cada ciudad. Y por supuesto se delitaban con las esculturas que eran muy abundantes, y los mosaicos que adornaban numerosas paredes.
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michecat846
La Antigua Roma se regocijaba y encontraba placeres y comodidad al interior de las ciudades; el campo era despreciado; los notables conformaban una nobleza urbana, y solo vivían en el campo durante el verano. Aunque también buscaban placeres en el campo, siendo el principal de ellos la exaltación del valor durante las expediciones de caza. Pero los grandes placeres eran urbanos: los baños públicos, el teatro, el circo, el coliseo, los deportes, y por supuesto, los banquetes y grandes fiestas populares. Y se era más privilegiado cuando la ciudad estaba rodeada por una muralla, cerco que la distinguía de las demás, y que “tenía mucho que ver con la mentalidad privada”; solo se podía ser un verdadero romano en la ciudad.
Los ciudadanos romanos también eran atraídos por las construcciones, por las grandes ciudades y sus acueductos, edificios, canales, puentes y por los nuevos inventos que eran más bien escasos para la época (eran la excepción y no la regla), tal como los cuadrantes solares que pronto fueron construidos en cada ciudad. Y por supuesto se delitaban con las esculturas que eran muy abundantes, y los mosaicos que adornaban numerosas paredes.