Dos nuevas variedades de arroz resistentes a la plaga ‘ácaro-hongo-bacteria’ son el resultado de las investigaciones realizadas entre el Instituto de Investigación Agropecuaria de Panamá (Idiap) y el Fondo Regional de Tecnología Agropecuaria (Fontagro), así como de instituciones de Nicaragua y Costa Rica.
Entre las nuevas variedades del grano están Idiap-Fl 137-11 e Idiap 106-11. El costo del proyecto es de aproximadamente $1.6 millones y se llevó a cabo en el Centro de Investigaciones y Recursos Genéticos del Idiap en Río Hato, provincia de Coclé.
Hugo Pum, secretario de Fontagro, dijo que estos avances buscan ayudar al pequeño productor arrocero a alcanzar una mejor productividad para que puedan mejorar sus ingresos.
Estos cultivos son menos costosos porque reducen el uso de químicos en los sembradíos del grano.
Pum señala que tres variedades de este grano actualmente cubren el 60% de la superficie sembrada en el país, que equivale a más de 40 mil hectáreas resistentes a las plagas y cambios climáticos permitiendo la recuperación de la cosecha perdida en el 2004, que fue hasta de un 60%.
Evelyn Quirós, especialista del Idiap, indicó que se realizó un esfuerzo conjunto para desarrollar el proyecto en momentos difíciles cuando apareció una nueva plaga de ácaro.
Fue entonces cuando se obtuvo estas dos variedades tolerantes, que quedaron en línea y que esperan entren en adopción en el sistema de producción arrocero panameño.
Dos nuevas variedades de arroz resistentes a la plaga ‘ácaro-hongo-bacteria’ son el resultado de las investigaciones realizadas entre el Instituto de Investigación Agropecuaria de Panamá (Idiap) y el Fondo Regional de Tecnología Agropecuaria (Fontagro), así como de instituciones de Nicaragua y Costa Rica.
Entre las nuevas variedades del grano están Idiap-Fl 137-11 e Idiap 106-11. El costo del proyecto es de aproximadamente $1.6 millones y se llevó a cabo en el Centro de Investigaciones y Recursos Genéticos del Idiap en Río Hato, provincia de Coclé.
Hugo Pum, secretario de Fontagro, dijo que estos avances buscan ayudar al pequeño productor arrocero a alcanzar una mejor productividad para que puedan mejorar sus ingresos.
Estos cultivos son menos costosos porque reducen el uso de químicos en los sembradíos del grano.
Pum señala que tres variedades de este grano actualmente cubren el 60% de la superficie sembrada en el país, que equivale a más de 40 mil hectáreas resistentes a las plagas y cambios climáticos permitiendo la recuperación de la cosecha perdida en el 2004, que fue hasta de un 60%.
Evelyn Quirós, especialista del Idiap, indicó que se realizó un esfuerzo conjunto para desarrollar el proyecto en momentos difíciles cuando apareció una nueva plaga de ácaro.
Fue entonces cuando se obtuvo estas dos variedades tolerantes, que quedaron en línea y que esperan entren en adopción en el sistema de producción arrocero panameño.