Siempre que viajo de pie en un bus he sentido diversas fuerzas que me atacan. La más obvia, y la única que reconozco, es la presión que ejercen sobre mí los cuerpos que se apretujan a mi alrededor cuando el bus va muy lleno. Otras no las entiendo a cabalidad, así que recurro a una doctora en astrofísica para que me las explique.
Me subo a un bus de Transmilenio. Me aferro a uno de los tubos y cuando el bus arranca siento una fuerza poderosa que me jala hacia atrás.
Esa fuerza es lo que se conoce como una fuerza ficticia o aparente. Estas aparecen cuando uno está en un sistema de referencia acelerado. Es decir, el bus cuando arranca. El pasajero siente un jalón hacia atrás porque está agarrado a un tubo. Pero si alguien mirara la escena desde el andén, vería que el pasajero en realidad está quieto y cuando el bus arranca, el tubo y la fricción entre los zapatos y el piso lo jalan hacia delante. Si fuera en patines, otra sería la historia.
Al alcanzar el bus una velocidad constante, esa sensación desaparece.
Sí, porque ahora el bus y el pasajero se mueven con la misma velocidad constante. El pasajero no se mueve con respecto al bus y el bus no está acelerando.
Un par de cuadras al sur del Centro Administrativo Distrital el bus hace un brusco giro en U. Siento que mi cuerpo pierde el equilibrio y se inclina en dirección opuesta al centro imaginario del giro del bus.
Esta es otra fuerza ficticia que se llama la fuerza centrífuga. Aparece porque el bus al girar está cambiando su dirección y ese cambio es una aceleración, así la aguja siga marcando 30 kilómetros por hora. Como en el caso del arranque o del frenón, la fuerza ficticia aparece porque el sistema de referencia (el bus) está acelerado. Otra vez podríamos pedirle a alguien que lo analice desde el andén. En este caso, antes del giro, el bus y el pasajero se mueven a la misma velocidad y en la misma dirección. Luego, durante el giro, el bus cambia su dirección. Si el pasajero estuviera flotando dentro del bus, su dirección no cambiaría. Pero como no va flotando, la fuerza entre el piso del bus y los pies lo jalan y lo hacen cambiar de dirección, igual que el bus. Analizada desde el andén, esta fuerza que siente el pasajero en sus pies es una fuerza real que se llama la fuerza centrípeta y se debe a la fricción entre los zapatos y el piso del bus. Dentro del bus, que es un sistema acelerado, el pasajero no siente que le jalan los pies y lo hacen girar. Siente que le jalan la barriga como si algo no quisiera que girara
Respuesta:
Siempre que viajo de pie en un bus he sentido diversas fuerzas que me atacan. La más obvia, y la única que reconozco, es la presión que ejercen sobre mí los cuerpos que se apretujan a mi alrededor cuando el bus va muy lleno. Otras no las entiendo a cabalidad, así que recurro a una doctora en astrofísica para que me las explique.
Me subo a un bus de Transmilenio. Me aferro a uno de los tubos y cuando el bus arranca siento una fuerza poderosa que me jala hacia atrás.
Esa fuerza es lo que se conoce como una fuerza ficticia o aparente. Estas aparecen cuando uno está en un sistema de referencia acelerado. Es decir, el bus cuando arranca. El pasajero siente un jalón hacia atrás porque está agarrado a un tubo. Pero si alguien mirara la escena desde el andén, vería que el pasajero en realidad está quieto y cuando el bus arranca, el tubo y la fricción entre los zapatos y el piso lo jalan hacia delante. Si fuera en patines, otra sería la historia.
Al alcanzar el bus una velocidad constante, esa sensación desaparece.
Sí, porque ahora el bus y el pasajero se mueven con la misma velocidad constante. El pasajero no se mueve con respecto al bus y el bus no está acelerando.
Un par de cuadras al sur del Centro Administrativo Distrital el bus hace un brusco giro en U. Siento que mi cuerpo pierde el equilibrio y se inclina en dirección opuesta al centro imaginario del giro del bus.
Esta es otra fuerza ficticia que se llama la fuerza centrífuga. Aparece porque el bus al girar está cambiando su dirección y ese cambio es una aceleración, así la aguja siga marcando 30 kilómetros por hora. Como en el caso del arranque o del frenón, la fuerza ficticia aparece porque el sistema de referencia (el bus) está acelerado. Otra vez podríamos pedirle a alguien que lo analice desde el andén. En este caso, antes del giro, el bus y el pasajero se mueven a la misma velocidad y en la misma dirección. Luego, durante el giro, el bus cambia su dirección. Si el pasajero estuviera flotando dentro del bus, su dirección no cambiaría. Pero como no va flotando, la fuerza entre el piso del bus y los pies lo jalan y lo hacen cambiar de dirección, igual que el bus. Analizada desde el andén, esta fuerza que siente el pasajero en sus pies es una fuerza real que se llama la fuerza centrípeta y se debe a la fricción entre los zapatos y el piso del bus. Dentro del bus, que es un sistema acelerado, el pasajero no siente que le jalan los pies y lo hacen girar. Siente que le jalan la barriga como si algo no quisiera que girara
Explicación:espero aya ayudado