Reduce el riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y diabetes. Un corazón más saludable significa un riesgo reducido de enfermedad cardiovascular, apoplejía y diabetes.
Ayuda a controlar el peso. La actividad física no solo quema calorías, sino que también mejora el metabolismo a largo plazo.
Reducción de la presión arterial. La actividad física mantiene saludables el corazón y los vasos sanguíneos, lo que ayuda a prevenir la hipertensión.
Reduce el riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y diabetes. Un corazón más saludable significa un riesgo reducido de enfermedad cardiovascular, apoplejía y diabetes.
Ayuda a controlar el peso. La actividad física no solo quema calorías, sino que también mejora el metabolismo a largo plazo.
Reducción de la presión arterial. La actividad física mantiene saludables el corazón y los vasos sanguíneos, lo que ayuda a prevenir la hipertensión.