-una breve explicacion porfavor- Caridad cristiana Según Moreno, a lo largo de nuestra historia la asistencia a los pobres, enfermos, huérfanos, etc. congregaba tanto al Estado como a las instituciones asistenciales públicas o privadas como a las pertenecientes a la Iglesia Católica. Se puede afirmar que en la época prei-ndependentista “las primeras actividades de carácter filantrópico estuvieron profundamente marcadas por las actividades religiosas”. De este modo, las incipientes políticas sociales argentinas fueron implementadas principalmente a través de organizaciones benéficas basadas en preceptos de la caridad cristiana. De este modo, para Di Stefano: Absolutamente todas las formas asociativas coloniales estaban cargadas de connotaciones religiosas: habían nacido y se desarrollaban inmersas en la atmósfera espiritual de la cristiandad católica, en una densa «catolicidad ambiente» que invadía la vida social y condicionaba las actitudes de grupos e individuos. Con la colonización española, se trajeron consigo las ideologías y modelos institucionales en torno a la caridad y a la institucionalidad. La Iglesia Católica, contando con el apoyo de los monarcas españoles, fue la que en nuestro país creó conventos, parroquias, asilos y colegios para atender a los más desfavorecidos. Las órdenes se financiaban a través de los fondos de la Iglesia y del Cabildo pero también de donaciones. Según Thompson fueron “el instrumento primordial de la intervención social del Estado colonial”. Para Moreno, durante el siglo XVII y buena parte del XVIII, el Estado se encargó muy poco de la población pobre y enferma. Las tareas de asistencia social estaban en manos de las cofradías más importantes. Según Di Stefano, las cofradías o hermandades, que eran términos que se utilizaban como sinónimos en la Colonia, tenían varias funciones. Eran asociaciones de fieles que tenían un carácter devocional, prestaban servicios litúrgicos o caritativos (como el alumbrado de una iglesia o la sepultura de difuntos pobres). A estas se sumaban otras más vinculadas a tareas espirituales o de ayuda mutua como la asistencia a los miembros enfermos. En este sentido, la más importante fue la Hermandad de la Santa Caridad, creada en 1727 en la Ciudad de Buenos Aires. Esta, a raíz de las grandes epidemias, se dedicó a prestar servicios médico-asistenciales a los más necesitados. También esta cofradía se encargó, gracias a una concesión de la Corona Española, del Colegio de Niñas Huérfanas y del Hospital de Mujeres. Hasta ese momento las instituciones religiosas eran las únicas encargadas de los servicios sociales pero a partir de 1779 con la creación de la Casa de Niños Expósitos, el Estado comenzó a tener más participación en la política social. Este cambio surge hacia fines del siglo XVIII en la Ciudad de Buenos Aires porque había gran cantidad de niños huérfanos y muchos eran abandonados en la vía pública. A esta situación se le sumaban los testimonios de personas que aseguraban que habían visto niños fallecidos en las calles de la ciudad. En este contexto fue que las autoridades virreinales decidieron crear la Casa de Niños Expósitos. De este modo, el Estado comenzó a tener injerencia pues los niños abandonados evidenciaban un problema social que no se podía seguir disimulando. Desde la Revolución de Mayo de 1810 se inicia un proceso por el cual se lleva a cabo la transferencia de las obras caritativas a organizaciones laicas pero con mayor control estatal. De este modo, “los gobiernos revolucionarios cambiaron las reglas de juego introduciendo modificaciones de carácter laico, sin prescindir por ello del aporte de las instituciones católicas preexistentes”. A partir de esta época y especialmente en los años posteriores, el Estado comenzó a realizar intentos para intervenir de un modo más decidido frente a los problemas sociales aunque sin asumir directamente estas funciones. Rivadavia, siendo Primer Ministro de Gobierno del gobernador Martín Rodríguez, en 1822, suprime la Hermandad de la Santa Caridad, orden religiosa considerada como el pilar central de la caridad y la asistencia social de la época. De este modo, Rivadavia fue “el gran impulsor de un cambio profundo en la concepción de beneficencia otorgándole un carácter público, en el cual el Estado habría de tener un rol institucional permanente
Respuesta:
la verdad noce pero yo de religion teista, y amo adiós G.A.D.U. saludos