Respuesta:
PARA EL ENFOQUE de las transiciones a la vida adulta, la juventud
representa un período intermedio que es paso y, a la vez, espera entre
dos estados: entre la infancia y la adultez, que son el antes y el des-
pués, se encuentra la juventud, que es todo lo que comprende el paso
de una a otra. Ser joven es ir dejando de ser niño sin aún llegar a ser
adulto, estar expuesto a la vivencia de lo indefinido, a la tensión por el
desajuste que se produce cuando se deja de ser lo que se era, cuando
se altera la identidad que había entre cuerpo, mente y condición social.
Que la juventud represente un período de transición no significa
que sea una etapa de pura latencia, de espera inerte, de moratoria inacti-
va. Por el contrario, toda transición es un proceso lleno de cambios, en
que hay algo que está en curso, que se desarrolla, que se desenvuelve, y
si hay algo que define a la juventud como etapa de la vida, es la ocu-
rrencia de cambios inscritos en el cuerpo de un sujeto. Los de orden
biológico preparan su inicio y los de condición van marcando el ritmo a
un proceso complejo que sólo se produce porque los jóvenes actúan,
porque son sujetos en tránsito, no en trance. En efecto, ser joven no es
siempre ni solamente estar en una fase de preparación, en una «sala de
espera», como diría Machado Pais, en que la vida transcurre entre los
estudios y el ocio. Mientras se es joven, estadísticamente joven, ocurren
hitos que marcan de por vida, muchos se convierten en padres o madres,
trabajan, se hacen independientes; todos estos cambios que, en su se-
cuencia, en su orden y en sus tiempos, configuran diferentes formas de
«hacerse adulto», diferentes estructuras de transición.
Te sirve?
" Life is not a problem to be solved but a reality to be experienced! "
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PARA EL ENFOQUE de las transiciones a la vida adulta, la juventud
representa un período intermedio que es paso y, a la vez, espera entre
dos estados: entre la infancia y la adultez, que son el antes y el des-
pués, se encuentra la juventud, que es todo lo que comprende el paso
de una a otra. Ser joven es ir dejando de ser niño sin aún llegar a ser
adulto, estar expuesto a la vivencia de lo indefinido, a la tensión por el
desajuste que se produce cuando se deja de ser lo que se era, cuando
se altera la identidad que había entre cuerpo, mente y condición social.
Que la juventud represente un período de transición no significa
que sea una etapa de pura latencia, de espera inerte, de moratoria inacti-
va. Por el contrario, toda transición es un proceso lleno de cambios, en
que hay algo que está en curso, que se desarrolla, que se desenvuelve, y
si hay algo que define a la juventud como etapa de la vida, es la ocu-
rrencia de cambios inscritos en el cuerpo de un sujeto. Los de orden
biológico preparan su inicio y los de condición van marcando el ritmo a
un proceso complejo que sólo se produce porque los jóvenes actúan,
porque son sujetos en tránsito, no en trance. En efecto, ser joven no es
siempre ni solamente estar en una fase de preparación, en una «sala de
espera», como diría Machado Pais, en que la vida transcurre entre los
estudios y el ocio. Mientras se es joven, estadísticamente joven, ocurren
hitos que marcan de por vida, muchos se convierten en padres o madres,
trabajan, se hacen independientes; todos estos cambios que, en su se-
cuencia, en su orden y en sus tiempos, configuran diferentes formas de
«hacerse adulto», diferentes estructuras de transición.
Te sirve?