Tycho Brahe nació el 14 de diciembre de 1546 en Knudstrup, Escania, en aquel entonces perteneciente a Dinamarca y actualmente a Suecia. Era el hijo mayor de una familia nobiliaria danesa: Otte Brahe, el padre de Tycho, fue consejero privado del rey y terminó su carrera como gobernador del castillo de Helsingborg. Beate Bille, la madre de Tycho, también venía de una importante familia que había producido importantes eclesiásticos y políticos. Bautizado con el nombre de Tyge más tarde latinizó su nombre a la forma con la que se le conoce habitualmente, Tycho.[1]
El joven Tycho fue criado por Joergen Brahe, un tío suyo que no tenía hijos propios y que se lo llevó a su residencia de Tostrup cuando tenía poco más de un año. La intención de Joergen era que Tycho siguiera, como él mismo, una carrera al servicio del rey por lo que le proporcionó una sólida formación humanística en latín y en 1559, a la edad de trece años, lo envió a la Universidad de Copenhague. Fue durante su estancia allí cuando, el 21 de agosto de 1560, se produjo un eclipse de sol, acontecimiento cuya previa predicción causó una enorme impresión al joven Tycho. A partir de ese momento, y con la aparente indulgencia de su tío, dedicó el tiempo que pasó en Copenhague a estudiar matemáticas y astronomía. Sabemos, por ejemplo, que adquirió y anotó minuciosamente una edición en latín de las obras de Ptolomeo.[2]
Más tarde, en 1562, dejó Dinamarca para completar su educación y marchó a la Universidad de Leipzig con la intención de estudiar leyes, aunque la mayor parte del tiempo la dedicaba a sus primeras observaciones astronómicas. Durante su estancia allí, a raíz de una conjunción entre Júpiter y Saturno que se produjo el 24 de agosto de 1563, fue cuando se dio cuenta de los errores en que incurrían las previsiones astronómicas: hasta de un mes, e incluso en las tablas más precisas varios días.[3]
Tycho Brahe se marchó de Leipzig en mayo de 1565 y regresó a Copenhague por indicación de su tío Joergen, que lo consideró conveniente a causa de las complicaciones de la guerra entre Suecia y Dinamarca en algunas de cuyas batallas navales participó él mismo. Casi inmediatamente, el 21 de junio, falleció Joergen a causa de las complicaciones de salud que le provocó auxiliar al rey Federico II cuando este cayó al agua desde un puente del castillo de Copenhague. A pesar de que la familia de Tycho Brahe se oponía a su interés por la astronomía, este había recibido la herencia de su tío y pudo continuar por sí mismo su formación. En 1566 emprendió un viaje, visitando primero la Universidad de Wittenberg y estableciéndose después en Rostock, en cuya universidad se titularía, realizando estudios que incluían astrología, alquimia y medicina.[4]
A finales de 1566, el 29 de diciembre, una disputa con otro aristócrata danés (según una de las versiones provocada por las burlas de este a una predicción astrológica de Tycho sobre la muerte de Solimán el Magnífico cuando el sultán ya había fallecido) culminó en un duelo en el que un golpe arrancó a Tycho la parte superior de la nariz. A partir de entonces, para ocultar la herida, debió utilizar siempre una prótesis especialmente fabricada en oro y plata.[5]
Tycho Brahe nació el 14 de diciembre de 1546 en Knudstrup, Escania, en aquel entonces perteneciente a Dinamarca y actualmente a Suecia. Era el hijo mayor de una familia nobiliaria danesa: Otte Brahe, el padre de Tycho, fue consejero privado del rey y terminó su carrera como gobernador del castillo de Helsingborg. Beate Bille, la madre de Tycho, también venía de una importante familia que había producido importantes eclesiásticos y políticos. Bautizado con el nombre de Tyge más tarde latinizó su nombre a la forma con la que se le conoce habitualmente, Tycho.[1]
El joven Tycho fue criado por Joergen Brahe, un tío suyo que no tenía hijos propios y que se lo llevó a su residencia de Tostrup cuando tenía poco más de un año. La intención de Joergen era que Tycho siguiera, como él mismo, una carrera al servicio del rey por lo que le proporcionó una sólida formación humanística en latín y en 1559, a la edad de trece años, lo envió a la Universidad de Copenhague. Fue durante su estancia allí cuando, el 21 de agosto de 1560, se produjo un eclipse de sol, acontecimiento cuya previa predicción causó una enorme impresión al joven Tycho. A partir de ese momento, y con la aparente indulgencia de su tío, dedicó el tiempo que pasó en Copenhague a estudiar matemáticas y astronomía. Sabemos, por ejemplo, que adquirió y anotó minuciosamente una edición en latín de las obras de Ptolomeo.[2]
Más tarde, en 1562, dejó Dinamarca para completar su educación y marchó a la Universidad de Leipzig con la intención de estudiar leyes, aunque la mayor parte del tiempo la dedicaba a sus primeras observaciones astronómicas. Durante su estancia allí, a raíz de una conjunción entre Júpiter y Saturno que se produjo el 24 de agosto de 1563, fue cuando se dio cuenta de los errores en que incurrían las previsiones astronómicas: hasta de un mes, e incluso en las tablas más precisas varios días.[3]
Tycho Brahe se marchó de Leipzig en mayo de 1565 y regresó a Copenhague por indicación de su tío Joergen, que lo consideró conveniente a causa de las complicaciones de la guerra entre Suecia y Dinamarca en algunas de cuyas batallas navales participó él mismo. Casi inmediatamente, el 21 de junio, falleció Joergen a causa de las complicaciones de salud que le provocó auxiliar al rey Federico II cuando este cayó al agua desde un puente del castillo de Copenhague. A pesar de que la familia de Tycho Brahe se oponía a su interés por la astronomía, este había recibido la herencia de su tío y pudo continuar por sí mismo su formación. En 1566 emprendió un viaje, visitando primero la Universidad de Wittenberg y estableciéndose después en Rostock, en cuya universidad se titularía, realizando estudios que incluían astrología, alquimia y medicina.[4]
A finales de 1566, el 29 de diciembre, una disputa con otro aristócrata danés (según una de las versiones provocada por las burlas de este a una predicción astrológica de Tycho sobre la muerte de Solimán el Magnífico cuando el sultán ya había fallecido) culminó en un duelo en el que un golpe arrancó a Tycho la parte superior de la nariz. A partir de entonces, para ocultar la herida, debió utilizar siempre una prótesis especialmente fabricada en oro y plata.[5]