Respuesta:Durante la Revolución Industrial en el siglo XIX, las condiciones de trabajo eran nefastas y los salarios resultaban de miseria., las jornadas de trabajo eran de 12 a 13h, incluso para los niños y los trabajos eran repetitivos y a destajo. En los locales dónde se realizaba la actividad laboral no había ventilación ni higiene, y los trabajadores se amontonaban junto a máquinas mal instaladas
ejemplos:Internet y todas las tecnologías asociadas a la red han hecho que, hoy por hoy, se pueda “estar” en casi cualquier parte sin estar allí físicamente. En el ámbito laboral, esto se traduce en un nuevo horizonte en cuanto a posibles formas de trabajo. Pero, ¿está el trabajo presencial realmente obsoleto? Si no es así, ¿cómo han cambiado Internet, el ordenador personal, los móviles, tablets y demás dispositivos la configuración y los usos de los espacios de trabajo para mejorar la productividad, la calidad y las condiciones del trabajo?
Respuesta:Durante la Revolución Industrial en el siglo XIX, las condiciones de trabajo eran nefastas y los salarios resultaban de miseria., las jornadas de trabajo eran de 12 a 13h, incluso para los niños y los trabajos eran repetitivos y a destajo. En los locales dónde se realizaba la actividad laboral no había ventilación ni higiene, y los trabajadores se amontonaban junto a máquinas mal instaladas
ejemplos:Internet y todas las tecnologías asociadas a la red han hecho que, hoy por hoy, se pueda “estar” en casi cualquier parte sin estar allí físicamente. En el ámbito laboral, esto se traduce en un nuevo horizonte en cuanto a posibles formas de trabajo. Pero, ¿está el trabajo presencial realmente obsoleto? Si no es así, ¿cómo han cambiado Internet, el ordenador personal, los móviles, tablets y demás dispositivos la configuración y los usos de los espacios de trabajo para mejorar la productividad, la calidad y las condiciones del trabajo?
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