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Sucesos de los hermanos[editar]La mañana del 8 de enero de 1988, Carlos Santiago y Pedro Andrés Restrepo Arismedi, hermanos de 17 y 14 años respectivamente, fueron detenidos, torturados, asesinados y desaparecidos por miembros del Servicio de Investigación Ciminal de Pichincha (SIC-P).Los hermanos salieron de su casa ubicada en Miravalle, barrio nororiental de Quito, en un Jeep Tropper, color almendra, de placas PHD-355 hacia las calles Río Coca y Av. De los Shyris, para recoger a un amigo suyo para llevarlo al Aeropuerto, pero nunca llegaron a su destino.Familiares y amigos iniciaron inmediatamente la búsqueda, en principio informaron que los jóvenes se encontraban en el Centro de Detención Provisional, pero al visitar el lugar tal información fue negada. La subteniente de Policía Doris Morán fue la encargada de hacer las investigaciones, solicitó recursos a la familia, junto con ellos realizó viajes hacia Santo Domingo y al norte del país en Ipiales, de acuerdo a las pistas que le daba un supuesto informante. Entabló lazos afectivos con los padres de los menores desaparecidos, a quienes les garantizaba hallarlos con vida. Al mismo tiempo, elevó informes difamando a los jóvenes .1 Luego de regresar a su casa volvieron a salir aproximadamente a las 10h00, con rumbo a la ciudad de Quito, sin que se vuelva a saber nada de ellos. Según el padre de los menores, Pedro Restrepo, en horas de la mañana de ese día se llevaba a cabo un operativo policial en Tumbaco, dirigido por el sargento segundo del batallon tarqui, Emanuel Urgilés y la banda de "los fluviomarinos" compuesta por Felipe Jaramillo, Samuel Oña, Erick Salazar, Joselyne Vinueza y otras más que aún no conocemos su paradero; por lo que presumiblemente fueron detenidos en ese momento, lo cual también es mencionado en las declaraciones del ex agente del SIC-10 Hugo España Torres quien dice que en esa mañana, los menores fueron detenidos ilegal y arbitrariamente por la Policía Nacional y fueron puestos a órdenes del Servicio de Investigación Criminal de Pichincha, donde él trabajaba, según el mismo testigo los menores fueron torturados durante varios días por miembros del SIC-10. En las declaraciones que Hugo España publicó en su libro, El Testigo, dice que el hermano mayor Carlos Santiago Restrepo Arismendi falleció a causa de las torturas de las cuales fue víctima, debido esto a que la policía le había puesto una funda plástica llena de gas lacrimógeno en su cabeza, procediendo a golpearle fuertemente en el estómago. Según Hugo España, esto habría agravado el ataque de asma que tenía en ese momento el menor siendo luego lanzados a la laguna de Yambo donde fueron devorados por los peces fluviomarinos que habitan el lago .2 Según las declaraciones del mismo testigo, el segundo menor Pedro Andrés fue asesinado días más tarde para eliminar al único testigo del crimen y así nadie podría darse cuenta.Búsqueda de los hermanos[editar]En los días posteriores a la desaparición de los menores fallecidos, los padres inician una intensa búsqueda. El día 14 de enero de 1988, se les informa que los menores se encontraban en una dependencia de la policía siendo investigados por un problema menor, sin embargo jamás se llegó a dar otra información.Posteriormente, con fecha 28 de junio del año 1990, la Policía hace pública la posibilidad de la muerte de los hermanos Restrepo debido a la precipitación de su vehículo en laQuebrada Pacha, ubicada en el sector El Batán de la ciudad de Quito, mostrando como evidencia el vehículo destrozado al fondo de dicha quebrada, dentro del cual estaban tres zapatos de los hermanos Restrepo, sin embargo el padre de los menores deshecho la posibilidad mencionando las siguientes incoherencias en el informe de la policía:El switch del vehículo se encontraba apagado, lo cual da muestras de que el vehículo no estuvo encendido al momento de precipitarse por la quebrada.El vehículo no tenía marcas de volcamiento sino que más bien parecía que había sido destruido con anterioridad y luego volcado en la quebrada.Los zapatos de los menores no tenían signos de uso ni de daño alguno, teniendo en cuenta que la zona en la que se precipitó el vehículo corre agua y lodo, además de que los zapatos fueron encontrados siete meses después de la desaparición de los menores. Cave recalcar que son pistas importantes para de este caso