Las animaciones de énfasis sirven para resaltar, directa o indirectamente, algún elemento de los que aparecen en pantalla. Cuando un efecto resalta el elemento al que queremos que se preste atención hablamos de énfasis directo. Por el contrario, cuando el efecto atenúa un elemento para que el que destaque sea otro lo llamamos énfasis indirecto. Su principal utilidad es actuar de guía para la audiencia. Cuando una presentación tiene unas partes muy diferenciadas, se recomienda utilizar una diapositiva que destaque estas partes a modo de esquema para que el oyente sepa cuál va a ser la estructura lógica del discurso. En este caso, puede darse énfasis cada vez a la parte que se va a tratar a continuación (ya sea porque se resalta de algún modo la parte que corresponde o porque se atenúan las otras). De esta manera se ayuda al espectador a entender en todo momento de qué vamos a hablar.
Animaciones de salida
Las animaciones de salida sirven para hacer desaparecer de la pantalla objetos que hasta el momento estaban visibles. Es especialmente útil cuando queremos hacer una valoración de alternativas. Presentamos primero todas las opciones y finalmente hacemos desaparecerlas todas salvo la alternativa elegida. También sirve para eliminar aquellos elementos que ayudan a la exposición pero que serían demasiado ruidosos en la composición final de la diapositiva.
De entre todas las animaciones de salida, la más recomendable por su discreción y resultado es “Desparecer”, aunque en función de cada caso se pueden encontrar otros efectos igualmente válidos.
Las animaciones de énfasis sirven para resaltar, directa o indirectamente, algún elemento de los que aparecen en pantalla. Cuando un efecto resalta el elemento al que queremos que se preste atención hablamos de énfasis directo. Por el contrario, cuando el efecto atenúa un elemento para que el que destaque sea otro lo llamamos énfasis indirecto. Su principal utilidad es actuar de guía para la audiencia. Cuando una presentación tiene unas partes muy diferenciadas, se recomienda utilizar una diapositiva que destaque estas partes a modo de esquema para que el oyente sepa cuál va a ser la estructura lógica del discurso. En este caso, puede darse énfasis cada vez a la parte que se va a tratar a continuación (ya sea porque se resalta de algún modo la parte que corresponde o porque se atenúan las otras). De esta manera se ayuda al espectador a entender en todo momento de qué vamos a hablar.
Animaciones de salida
Las animaciones de salida sirven para hacer desaparecer de la pantalla objetos que hasta el momento estaban visibles. Es especialmente útil cuando queremos hacer una valoración de alternativas. Presentamos primero todas las opciones y finalmente hacemos desaparecerlas todas salvo la alternativa elegida. También sirve para eliminar aquellos elementos que ayudan a la exposición pero que serían demasiado ruidosos en la composición final de la diapositiva.
De entre todas las animaciones de salida, la más recomendable por su discreción y resultado es “Desparecer”, aunque en función de cada caso se pueden encontrar otros efectos igualmente válidos.