Por naturaleza todo ser humano es curioso, investigador, científico, y estimularlo en edad temprana facilita el desarrollo y consolidación de esa vocación.
Todos por naturaleza somos científicos, a todos nos gusta investigar, nos gusta saber, somos curiosos desde que nacemos. Los niños son la semilla del científico, sin embargo al paso de tiempo por diversas circunstancias perdemos ese interés. El interés por la investigación se pierde en el transcurso de la secundaria y preparatoria, por ello una vez que se pretende retomar la vocación en la educación superior se presentan dificultades.
Por naturaleza todo ser humano es curioso, investigador, científico, y estimularlo en edad temprana facilita el desarrollo y consolidación de esa vocación.
Todos por naturaleza somos científicos, a todos nos gusta investigar, nos gusta saber, somos curiosos desde que nacemos. Los niños son la semilla del científico, sin embargo al paso de tiempo por diversas circunstancias perdemos ese interés. El interés por la investigación se pierde en el transcurso de la secundaria y preparatoria, por ello una vez que se pretende retomar la vocación en la educación superior se presentan dificultades.