Mientras todavía hablaba, vino Judas, uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo. -- Judas conocía el lugar, porque Jesús se había reunido allí a menudo con sus discípulos. Además, Jesús sabía que Judas sabía esto. Jesús no se escondía; al contrario, estuvo en un lugar donde fácilmente podrían encontrarle. ¿Por qué explica Mateo que Judas era "uno de los doce"? Porque "Judas" era nombre muy común, y era necesario especificarlo. Esta explicación enfatiza lo inexcusable del acto: éste que era uno de los doce pero ya no está con ellos, sino que se ha aliado con los enemigos de Jesús y sirve de guía de ellos para prender a Jesús.
La "multitud" de "pecadores" (ver. 45) estaba compuesta de soldados (una cohorte o unidad militar romana, Juan 18:3, 12), la policía (guardia) del templo (Luc. 22:52), principales sacerdotes, y ancianos. Llevaban linternas, antorchas y armas (espadas, garrotes). ¿Por qué tanta gente y por qué llevaron armas? El número grande de hombres armados indica que temían a Jesús. Judas sabía mejor que nadie el poder de Jesús. Tal vez temieron que hubiera un grupo grande de discípulos para defender a Jesús. Recuérdese que en otras ocasiones habían pensado prender a Jesús y fallaron (Juan 7:45-47; 8:59; 10:39; véase también Luc. 4:30).
Pero este "ejército" era totalmente innecesario e inútil. Si Jesús hubiera querido escapar, lo habría hecho (Luc. 4:30), pero estaba listo a entregarse y, por eso, sobraba "la multitud". ¿Acostumbraban los judíos llevar una "multitud" cuando salían para encontrar y matar al cordero para la pascua? Juan 18:4-9, Jesús les preguntó, "¿A quién buscáis?" No había ninguna necesidad de que Judas lo identificara con beso, porque Jesús "se adelantó" para identificarse solo. Dijeron, "A Jesús el Nazareno". El les dijo: Yo soy. Entonces "retrocedieron y cayeron a tierra". Esto indica que se asombraron por la majestad, dignidad y valentía de Jesús y que le tenían mucho temor. Es posible que al oír las palabras "Yo soy", reconocieron que Jesús se identificaba como Dios (Juan 8:24, 58).
26:48 Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, ése es; prendedle 49 Y en seguida se acercó a Jesús y dijo: ¡Salve, Maestro! Y le besó. – ¿No conocieron a Jesús? ¿Por qué era necesario esta señal? Era de noche y entre los árboles del huerto hubiera sido difícil distinguir entre Jesús y sus discípulos, pero no se imaginaban que Jesús iba a identificarse sin resistencia alguna, antes del beso de Judas.
Al acercarse Judas para besarle Jesús le dijo, (Luc. 22:48) "Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?" Con un beso Judas entregó al Mesías. Jesús le llamó la atención a Judas y a todos que no le besó como discípulo sino como un traidor (Prov. 27:6). Se usaba el beso para saludar. Indicaba amistad y afecto. Judas no simplemente le besó, sino que "le besó efusivamente" (LBLA, margen; esta palabra se usa en Luc. 7: 38; 15:20; Hech. 20:37). A Judas se le olvidó que Jesús sabía los pensamientos del hombre, Juan 2:24, 25. El quebró todas las leyes del amor, de la fidelidad y lealtad y profanó el símbolo de amistad.
Judas nunca se imaginaba que en esos momentos él estaba originando un proverbio universal: cualquier acto de traición se llama “el beso de Judas”.
26:50 Y Jesús le dijo: Amigo, ¿a qué vienes? Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús, y le prendieron. – La Versión Valera: "¿a qué vienes?" Esto corresponde mejor con el relato de Lucas. El punto es que Jesús le hizo pensar en lo que hacía y reconocer que Jesús entendía perfectamente lo que hacía. La pregunta significa: "¡Quita la máscara!" Es probable que estas palabras tuvieran mucho que ver con la desesperación de Judas.
Nuestro Señor Jesucristo fue prendido para que nosotros gozáramos de plena libertad (compárese 2 Cor. 8:9).
26:51 Pero uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le quitó la oreja. – Luc. 22:38, los discípulos tenían dos espadas. Ahora preguntan: "Señor, ¿heriremos con espada?" (Luc. 22:49). Pedro tenía una de ellas (él que tenía la otra no era tan valiente o imprudente). Había dicho que estaba dispuesto a morir por Jesús (Luc. 22:33) y aquí muestra que era cierto lo que decía. Cuando preguntaron, "¿heriremos con espada?" Pedro -- siempre impulsivo -- no esperó la respuesta de Jesús, sino que sacó su espada y cortó la oreja del siervo del Sumo Sacerdote. Juan era conocido del sumo sacerdote (Juan 18:15, 16) y por eso sabía que el nombre de su siervo era Malco. Desde luego, Pedro no pensaba cortar la oreja de Malco (Juan 18:10), sino su cabeza. Luc. 22:51, "Entonces respondiendo Jesús, dijo: ¡Deteneos! Basta de esto. Y tocando la oreja al siervo, lo sanó"; con esto Jesús prohibió que sus discípulos resistieran a los oficiales.
Juan 18:8, "Respondió Jesús: Os he dicho que yo soy; por tanto, si me buscáis a mí, dejad ir a éstos".
Mientras todavía hablaba, vino Judas, uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo. -- Judas conocía el lugar, porque Jesús se había reunido allí a menudo con sus discípulos. Además, Jesús sabía que Judas sabía esto. Jesús no se escondía; al contrario, estuvo en un lugar donde fácilmente podrían encontrarle. ¿Por qué explica Mateo que Judas era "uno de los doce"? Porque "Judas" era nombre muy común, y era necesario especificarlo. Esta explicación enfatiza lo inexcusable del acto: éste que era uno de los doce pero ya no está con ellos, sino que se ha aliado con los enemigos de Jesús y sirve de guía de ellos para prender a Jesús.
La "multitud" de "pecadores" (ver. 45) estaba compuesta de soldados (una cohorte o unidad militar romana, Juan 18:3, 12), la policía (guardia) del templo (Luc. 22:52), principales sacerdotes, y ancianos. Llevaban linternas, antorchas y armas (espadas, garrotes). ¿Por qué tanta gente y por qué llevaron armas? El número grande de hombres armados indica que temían a Jesús. Judas sabía mejor que nadie el poder de Jesús. Tal vez temieron que hubiera un grupo grande de discípulos para defender a Jesús. Recuérdese que en otras ocasiones habían pensado prender a Jesús y fallaron (Juan 7:45-47; 8:59; 10:39; véase también Luc. 4:30).
Pero este "ejército" era totalmente innecesario e inútil. Si Jesús hubiera querido escapar, lo habría hecho (Luc. 4:30), pero estaba listo a entregarse y, por eso, sobraba "la multitud". ¿Acostumbraban los judíos llevar una "multitud" cuando salían para encontrar y matar al cordero para la pascua? Juan 18:4-9, Jesús les preguntó, "¿A quién buscáis?" No había ninguna necesidad de que Judas lo identificara con beso, porque Jesús "se adelantó" para identificarse solo. Dijeron, "A Jesús el Nazareno". El les dijo: Yo soy. Entonces "retrocedieron y cayeron a tierra". Esto indica que se asombraron por la majestad, dignidad y valentía de Jesús y que le tenían mucho temor. Es posible que al oír las palabras "Yo soy", reconocieron que Jesús se identificaba como Dios (Juan 8:24, 58).
26:48 Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, ése es; prendedle 49 Y en seguida se acercó a Jesús y dijo: ¡Salve, Maestro! Y le besó. – ¿No conocieron a Jesús? ¿Por qué era necesario esta señal? Era de noche y entre los árboles del huerto hubiera sido difícil distinguir entre Jesús y sus discípulos, pero no se imaginaban que Jesús iba a identificarse sin resistencia alguna, antes del beso de Judas.
Al acercarse Judas para besarle Jesús le dijo, (Luc. 22:48) "Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?" Con un beso Judas entregó al Mesías. Jesús le llamó la atención a Judas y a todos que no le besó como discípulo sino como un traidor (Prov. 27:6). Se usaba el beso para saludar. Indicaba amistad y afecto. Judas no simplemente le besó, sino que "le besó efusivamente" (LBLA, margen; esta palabra se usa en Luc. 7: 38; 15:20; Hech. 20:37). A Judas se le olvidó que Jesús sabía los pensamientos del hombre, Juan 2:24, 25. El quebró todas las leyes del amor, de la fidelidad y lealtad y profanó el símbolo de amistad.
Judas nunca se imaginaba que en esos momentos él estaba originando un proverbio universal: cualquier acto de traición se llama “el beso de Judas”.
26:50 Y Jesús le dijo: Amigo, ¿a qué vienes? Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús, y le prendieron. – La Versión Valera: "¿a qué vienes?" Esto corresponde mejor con el relato de Lucas. El punto es que Jesús le hizo pensar en lo que hacía y reconocer que Jesús entendía perfectamente lo que hacía. La pregunta significa: "¡Quita la máscara!" Es probable que estas palabras tuvieran mucho que ver con la desesperación de Judas.
Nuestro Señor Jesucristo fue prendido para que nosotros gozáramos de plena libertad (compárese 2 Cor. 8:9).
26:51 Pero uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le quitó la oreja. – Luc. 22:38, los discípulos tenían dos espadas. Ahora preguntan: "Señor, ¿heriremos con espada?" (Luc. 22:49). Pedro tenía una de ellas (él que tenía la otra no era tan valiente o imprudente). Había dicho que estaba dispuesto a morir por Jesús (Luc. 22:33) y aquí muestra que era cierto lo que decía. Cuando preguntaron, "¿heriremos con espada?" Pedro -- siempre impulsivo -- no esperó la respuesta de Jesús, sino que sacó su espada y cortó la oreja del siervo del Sumo Sacerdote. Juan era conocido del sumo sacerdote (Juan 18:15, 16) y por eso sabía que el nombre de su siervo era Malco. Desde luego, Pedro no pensaba cortar la oreja de Malco (Juan 18:10), sino su cabeza. Luc. 22:51, "Entonces respondiendo Jesús, dijo: ¡Deteneos! Basta de esto. Y tocando la oreja al siervo, lo sanó"; con esto Jesús prohibió que sus discípulos resistieran a los oficiales.
Juan 18:8, "Respondió Jesús: Os he dicho que yo soy; por tanto, si me buscáis a mí, dejad ir a éstos".