La situación política narrada en el cuento “El matadero” se identifica con el régimen de Juan Manuel de Rosas, período señalado por su evidente dominio de la política nacional, llamado también época de Rosas; gobierno que atemorizó a una enorme parte de la población del país a lo largo de veintitrés años de asesinatos y persecuciones políticas.
Para el autor, el gobierno rosista hacía mucho daño al progreso del país, ya que disolvía las ideas por las que se buscó la libertad en mayo de 1810, la llamada Generación del 37 de la que el autor de la obra Esteban Echeverría fue su líder, pensaba que aquel clima polarizado y violento no era bueno para el país.
La obra presenta a la multitud del matadero, formada esencialmente por los pobres de las periferias o las afueras de la ciudad en su mayoría de raza negra, que constituían los bastiones de los federales y el poder de Rosas, mientras que en los regímenes de los unitarios (ricos, cultos y blancos) muchos de los negros habían sido criados y empleados de los mismos, sirviendo como informantes a los federales; existiendo una gran desconfianza entre ambos bandos durante la dictadura de Rosas; por lo que Echeverría plasmó a los negros del matadero como personas deshonestas que decían mentiras y se robaban entre sí.
La situación política narrada en el cuento “El matadero” se identifica con el régimen de Juan Manuel de Rosas, período señalado por su evidente dominio de la política nacional, llamado también época de Rosas; gobierno que atemorizó a una enorme parte de la población del país a lo largo de veintitrés años de asesinatos y persecuciones políticas.
Para el autor, el gobierno rosista hacía mucho daño al progreso del país, ya que disolvía las ideas por las que se buscó la libertad en mayo de 1810, la llamada Generación del 37 de la que el autor de la obra Esteban Echeverría fue su líder, pensaba que aquel clima polarizado y violento no era bueno para el país.
La obra presenta a la multitud del matadero, formada esencialmente por los pobres de las periferias o las afueras de la ciudad en su mayoría de raza negra, que constituían los bastiones de los federales y el poder de Rosas, mientras que en los regímenes de los unitarios (ricos, cultos y blancos) muchos de los negros habían sido criados y empleados de los mismos, sirviendo como informantes a los federales; existiendo una gran desconfianza entre ambos bandos durante la dictadura de Rosas; por lo que Echeverría plasmó a los negros del matadero como personas deshonestas que decían mentiras y se robaban entre sí.