El Libertador era un hombre de fuertes convicciones morales, dentro de un universo ético que también comprendía una aguda visión de la política y de la guerra.
La liberación de la Argentina, Chile y Perú no fue sólo la obra de un voluntarista, sino también el resultado de la aplicación correcta de las técnicas de combate vigentes.
Victorioso en el combate de San Lorenzo -su primera intervención militar en suelo americano, 1813-, San Martín no se envaneció ni se dejó tentar cuando se lo designó como jefe del Ejército del Norte.
Esta fuerza, que había dirigido Manuel Belgrano hasta 1814, seguía siendo vista por los patriotas como la herramienta principal para que la Revolución de Mayo (1810) se impusiera en el Alto Perú, principal bastión realista en América del Sur.
Pero San Martín, según su visión estratégica, sabía que, para contener a los realistas por el norte, bastaba la «guerra de guerrillas» que sostenían Martín Miguel de Güemes y sus gauchos.
En cambio, para doblegar a Lima pensaba que no se podía avanzar en forma lineal y directa hacia el norte.
Había que dar un paso al costado: cruzar la Cordillera de los Andes y, desde Chile, esta vez por mar, llegar hasta Perú.
Los hechos demostraron que el Libertador estaba acertado: su plan fue exitoso y permitió la independencia de Chile (1818) y de Perú (1821) y la consolidación de la de nuestra patria.
⭐CAMPAÑA A CHILE DE SAN MARTÍN
El Libertador era un hombre de fuertes convicciones morales, dentro de un universo ético que también comprendía una aguda visión de la política y de la guerra.
La liberación de la Argentina, Chile y Perú no fue sólo la obra de un voluntarista, sino también el resultado de la aplicación correcta de las técnicas de combate vigentes.
Victorioso en el combate de San Lorenzo -su primera intervención militar en suelo americano, 1813-, San Martín no se envaneció ni se dejó tentar cuando se lo designó como jefe del Ejército del Norte.
Esta fuerza, que había dirigido Manuel Belgrano hasta 1814, seguía siendo vista por los patriotas como la herramienta principal para que la Revolución de Mayo (1810) se impusiera en el Alto Perú, principal bastión realista en América del Sur.
Pero San Martín, según su visión estratégica, sabía que, para contener a los realistas por el norte, bastaba la «guerra de guerrillas» que sostenían Martín Miguel de Güemes y sus gauchos.
En cambio, para doblegar a Lima pensaba que no se podía avanzar en forma lineal y directa hacia el norte.
Había que dar un paso al costado: cruzar la Cordillera de los Andes y, desde Chile, esta vez por mar, llegar hasta Perú.
Los hechos demostraron que el Libertador estaba acertado: su plan fue exitoso y permitió la independencia de Chile (1818) y de Perú (1821) y la consolidación de la de nuestra patria.