El escritor argentino, Manuel Mujica Láinez, expone la aparatosa historia de Catalina Vargas en su tortuoso viaje en la galera, un coche chirriante, que cruje columpiándose en las sopandas de cuero, sobre unas altísimas ruedas de madera urunday. La galera, '‘infernal’’ (como la describe Catalina) viene arrastrada por ocho mulas ‘‘dementes’’, acompañada de cuatro soldados que escoltan el vehículo. El postillónhostiga a las mulas para que avancen más rápido, provocándoles con la agresión, heridas a tal punto, que la sangre de las criaturas salpica en los vidrios. Éstospara el momento, se encontraban cerrados debido a que transitaban por un camino rodeado de polvo.
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El escritor argentino, Manuel Mujica Láinez, expone la aparatosa historia de Catalina Vargas en su tortuoso viaje en la galera, un coche chirriante, que cruje columpiándose en las sopandas de cuero, sobre unas altísimas ruedas de madera urunday. La galera, '‘infernal’’ (como la describe Catalina) viene arrastrada por ocho mulas ‘‘dementes’’, acompañada de cuatro soldados que escoltan el vehículo. El postillón hostiga a las mulas para que avancen más rápido, provocándoles con la agresión, heridas a tal punto, que la sangre de las criaturas salpica en los vidrios. Éstos para el momento, se encontraban cerrados debido a que transitaban por un camino rodeado de polvo.