el presente trabajo es una reflexión acerca de las similitudes y diferencias que existen entre el discurso publicitario y el dis- curso católico.1 Algunos podrían pensar que se trata de una comparación irreverente, dado el carácter mundano de uno y sagra- do de otro. Nada más alejado de las pretensiones del presente análi- sis. No se trata de una equiparación, sino de una comparación. En la segunda mitad del siglo XX, coincidiendo con la implantación de la sociedad de consumo, la publicidad desborda el marco estrictamente económico y se convierte en una de las actividades sociales más influ- yentes. La imperiosa necesidad de llegar a un público heterogéneo y más atento a otros asuntos que al publicitario la forzó a desarrollar una batería de estrategias formales a fin de, primero, lograr un men- saje que llegase al mayor número posible de receptores (al hombre medio) y, segundo, superar la adversidad de la recepción (salvo extra- ñas excepciones, nadie compra un periódico para leer anuncios sino noticias, ni se sienta delante de un televisor para ver spots sino noti- cieros o filmes). Ciertamente, las formas creadas por la publicidad tie- nen mayor alcance e impacto que muchas de las utilizadas por los discursos tradicionales. Es el caso del discurso político, que ha termi- nado tomando como suyas muchas de las formas que emplea la publicidad comercial, aunque inyectándole un contenido político. También las ONG han concluido imitando las formas publicitarias, aunque con un contenido social. Si ahora se trae a colación el dis- curso religioso, concretamente el católico, no es para situarlo en el ámbito de la apropiación de las formas publicitarias, aunque se obser- van tímidos intentos,2 sino para establecer una comparación entre dos discursos que, si bien presentan caracteres antagónicos: munda- no/teológico e inmediato/teleológico, tienen en común una serie de aspectos que van más allá del simple uso de algunos recursos persua- sivos. En esta comparación saldrán a relucir asimismo las diferencias que existen entre ambos, diferencias que afectan a los aspectos ideo- lógicos, a los valores que cada uno propugna. El trabajo se organiza en tres apartados. En el primero se establece una aproximación a la publicidad como nueva religión,
Respuesta:
el presente trabajo es una reflexión acerca de las similitudes y diferencias que existen entre el discurso publicitario y el dis- curso católico.1 Algunos podrían pensar que se trata de una comparación irreverente, dado el carácter mundano de uno y sagra- do de otro. Nada más alejado de las pretensiones del presente análi- sis. No se trata de una equiparación, sino de una comparación. En la segunda mitad del siglo XX, coincidiendo con la implantación de la sociedad de consumo, la publicidad desborda el marco estrictamente económico y se convierte en una de las actividades sociales más influ- yentes. La imperiosa necesidad de llegar a un público heterogéneo y más atento a otros asuntos que al publicitario la forzó a desarrollar una batería de estrategias formales a fin de, primero, lograr un men- saje que llegase al mayor número posible de receptores (al hombre medio) y, segundo, superar la adversidad de la recepción (salvo extra- ñas excepciones, nadie compra un periódico para leer anuncios sino noticias, ni se sienta delante de un televisor para ver spots sino noti- cieros o filmes). Ciertamente, las formas creadas por la publicidad tie- nen mayor alcance e impacto que muchas de las utilizadas por los discursos tradicionales. Es el caso del discurso político, que ha termi- nado tomando como suyas muchas de las formas que emplea la publicidad comercial, aunque inyectándole un contenido político. También las ONG han concluido imitando las formas publicitarias, aunque con un contenido social. Si ahora se trae a colación el dis- curso religioso, concretamente el católico, no es para situarlo en el ámbito de la apropiación de las formas publicitarias, aunque se obser- van tímidos intentos,2 sino para establecer una comparación entre dos discursos que, si bien presentan caracteres antagónicos: munda- no/teológico e inmediato/teleológico, tienen en común una serie de aspectos que van más allá del simple uso de algunos recursos persua- sivos. En esta comparación saldrán a relucir asimismo las diferencias que existen entre ambos, diferencias que afectan a los aspectos ideo- lógicos, a los valores que cada uno propugna. El trabajo se organiza en tres apartados. En el primero se establece una aproximación a la publicidad como nueva religión,
Explicación:
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