Narra la vida de la niña Juana de Ingelheim (822-855), hija de un monje de origen inglés que vive con su esposa, de raíces y creencias paganas, y sus dos hermanos. Mientras a estos se les da una educación pensada en que algún día puedan estudiar en la escuela catedralicia de Dorestad, a Juana sólo se le permite permanecer junto a su madre para hacer las tareas del hogar. Pero su hermano mayor decide un día enseñarle a leer ante la insistencia de la impetuosa Juana. Su inteligencia y sus ansias de saber la convertirán en una niña extraña a los ojos de su padre pero que llamará la atención del maestro Aesculapius quien la preparará para continuar estudiando. Juana consigue colarse en las aulas de Dorestad hasta que terribles circunstancias la llevan a tener que esconderse bajo los hábitos de un monje para poder sobrevivir. Su destino la llevará al mismísimo centro del cristianismo medieval donde se ganará el afecto del papa Sergio II.
Convertida en pontífice, Juana se debatirá entre el amor de un hombre y su responsabilidad con la fe verdadera en la que cree con todo su corazón. La película, al margen de debatir si se basa en hechos reales o no, hace un planteamiento muy respetuoso tanto de la figura de Juana como del papel que habría jugado dentro de la Iglesia. Juana llega hasta lo más alto de la jerarquía eclesiástica sin que ella lo haya planeado, pues Juana solamente quiere continuar fingiendo ser un hombre para poder disfrutar de la libertad intelectual que las mujeres de su tiempo no podían ni tan siquiera soñar.
En este sentido, La pontífice hace un retrato crudo y cruel del papel de las mujeres en aquel oscuro siglo IX. Cómo se las vapulea y se menosprecia como seres humanos y cómo se admite que son seres inferiores por el único hecho de ser mujeres. Una postura que sin embargo algunos hombres de su tiempo darán a Juana esperanzas aun sabiendo de su condición femenina.
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Narra la vida de la niña Juana de Ingelheim (822-855), hija de un monje de origen inglés que vive con su esposa, de raíces y creencias paganas, y sus dos hermanos. Mientras a estos se les da una educación pensada en que algún día puedan estudiar en la escuela catedralicia de Dorestad, a Juana sólo se le permite permanecer junto a su madre para hacer las tareas del hogar. Pero su hermano mayor decide un día enseñarle a leer ante la insistencia de la impetuosa Juana. Su inteligencia y sus ansias de saber la convertirán en una niña extraña a los ojos de su padre pero que llamará la atención del maestro Aesculapius quien la preparará para continuar estudiando. Juana consigue colarse en las aulas de Dorestad hasta que terribles circunstancias la llevan a tener que esconderse bajo los hábitos de un monje para poder sobrevivir. Su destino la llevará al mismísimo centro del cristianismo medieval donde se ganará el afecto del papa Sergio II.
Convertida en pontífice, Juana se debatirá entre el amor de un hombre y su responsabilidad con la fe verdadera en la que cree con todo su corazón. La película, al margen de debatir si se basa en hechos reales o no, hace un planteamiento muy respetuoso tanto de la figura de Juana como del papel que habría jugado dentro de la Iglesia. Juana llega hasta lo más alto de la jerarquía eclesiástica sin que ella lo haya planeado, pues Juana solamente quiere continuar fingiendo ser un hombre para poder disfrutar de la libertad intelectual que las mujeres de su tiempo no podían ni tan siquiera soñar.
En este sentido, La pontífice hace un retrato crudo y cruel del papel de las mujeres en aquel oscuro siglo IX. Cómo se las vapulea y se menosprecia como seres humanos y cómo se admite que son seres inferiores por el único hecho de ser mujeres. Una postura que sin embargo algunos hombres de su tiempo darán a Juana esperanzas aun sabiendo de su condición femenina.
Un saludo! :]
Por mi raza, hablará el espíritu