Aunque cada individuo es único, todas las personas comparten un conjunto de características que las hacen miembros de un grupo, como puede ser la familia, la escuela, la edad, el género o la comunidad. Esas características se reconocen en los comportamientos, los conocimientos y las emociones, además de las formas de vida y, de manera muy importante, en la lengua que hablan.
La lengua es el elemento fundamental de cada cultura, pues constituye el primer referente de identidad para sus hablantes; representa la identidad que nos une al pasado y proyecta hacia el futuro.
El fenómeno de la globalización económica llega a afectar la identidad lingüística, ya que introduce palabras o términos ajenos a cierta población, que terminan incorporándose al uso frecuente. La adopción de nuevos vocablos en las lenguas afecta necesariamente la concepción del mundo, porque modifica las formas de pensar. En un sentido, ganamos en cuanto a la incorporación de términos, conceptos, usos y costumbres de otras culturas, pero perdemos cuando esa situación uniforma nuestra identidad o sustituye el uso de la propia lengua
Cada lengua es el medio y la forma de interpretar la realidad de una cultura. Con su pérdida, todos perdemos el conocimiento, la ciencia y el arte que esa cultura ha producido. También se pierde una forma de entender y representar el mundo.
Aunque cada individuo es único, todas las personas comparten un conjunto de características que las hacen miembros de un grupo, como puede ser la familia, la escuela, la edad, el género o la comunidad. Esas características se reconocen en los comportamientos, los conocimientos y las emociones, además de las formas de vida y, de manera muy importante, en la lengua que hablan.
La lengua es el elemento fundamental de cada cultura, pues constituye el primer referente de identidad para sus hablantes; representa la identidad que nos une al pasado y proyecta hacia el futuro.
El fenómeno de la globalización económica llega a afectar la identidad lingüística, ya que introduce palabras o términos ajenos a cierta población, que terminan incorporándose al uso frecuente. La adopción de nuevos vocablos en las lenguas afecta necesariamente la concepción del mundo, porque modifica las formas de pensar. En un sentido, ganamos en cuanto a la incorporación de términos, conceptos, usos y costumbres de otras culturas, pero perdemos cuando esa situación uniforma nuestra identidad o sustituye el uso de la propia lengua
Cada lengua es el medio y la forma de interpretar la realidad de una cultura. Con su pérdida, todos perdemos el conocimiento, la ciencia y el arte que esa cultura ha producido. También se pierde una forma de entender y representar el mundo.
Respuesta:
Aunque cada individuo es único, todas las personas comparten un conjunto de características que las hacen miembros de un grupo, como puede ser la familia, la escuela, la edad, el género o la comunidad. Esas características se reconocen en los comportamientos, los conocimientos y las emociones, además de las formas de vida y, de manera muy importante, en la lengua que hablan.
La lengua es el elemento fundamental de cada cultura, pues constituye el primer referente de identidad para sus hablantes; representa la identidad que nos une al pasado y proyecta hacia el futuro.
El fenómeno de la globalización económica llega a afectar la identidad lingüística, ya que introduce palabras o términos ajenos a cierta población, que terminan incorporándose al uso frecuente. La adopción de nuevos vocablos en las lenguas afecta necesariamente la concepción del mundo, porque modifica las formas de pensar. En un sentido, ganamos en cuanto a la incorporación de términos, conceptos, usos y costumbres de otras culturas, pero perdemos cuando esa situación uniforma nuestra identidad o sustituye el uso de la propia lengua
Cada lengua es el medio y la forma de interpretar la realidad de una cultura. Con su pérdida, todos perdemos el conocimiento, la ciencia y el arte que esa cultura ha producido. También se pierde una forma de entender y representar el mundo.
Aunque cada individuo es único, todas las personas comparten un conjunto de características que las hacen miembros de un grupo, como puede ser la familia, la escuela, la edad, el género o la comunidad. Esas características se reconocen en los comportamientos, los conocimientos y las emociones, además de las formas de vida y, de manera muy importante, en la lengua que hablan.
La lengua es el elemento fundamental de cada cultura, pues constituye el primer referente de identidad para sus hablantes; representa la identidad que nos une al pasado y proyecta hacia el futuro.
El fenómeno de la globalización económica llega a afectar la identidad lingüística, ya que introduce palabras o términos ajenos a cierta población, que terminan incorporándose al uso frecuente. La adopción de nuevos vocablos en las lenguas afecta necesariamente la concepción del mundo, porque modifica las formas de pensar. En un sentido, ganamos en cuanto a la incorporación de términos, conceptos, usos y costumbres de otras culturas, pero perdemos cuando esa situación uniforma nuestra identidad o sustituye el uso de la propia lengua
Cada lengua es el medio y la forma de interpretar la realidad de una cultura. Con su pérdida, todos perdemos el conocimiento, la ciencia y el arte que esa cultura ha producido. También se pierde una forma de entender y representar el mundo.