Conozcamos el lado misterioso en una historia de princesas. Bueno, que al menos tiene que ver con una princesa. Decir que Jarven lo es está más fuera de la realidad que cualquier cosa. La aburrida Jarven, con una madre que no le permite hacer nada y sus ganas de salir a pasear. Si esto fuera un cuento, estaríamos todos sorprendidos.
¿Cómo hacer crecer una mentira?Intentando decir nada. Y es así porque aquí lo que no se dice se demuestra.
Esta historia, aventura más bien, está basada en una mentira, que trae montones por detrás que involucran incluso a lo que ni se nos habría podido ocurrir tuviera alguna relación.
La inocente y algo crédula Jarven se ve envuelta en un lío de cintas. Ha sido seleccionada para el casting más o menos final de una película. Y quién diría que estos señores del cine no se andan con prisas. Sin saber cómo, y todo el plan que hay detrás, al día siguiente de haber dicho nada en su primer casting, ya se encuentra en Skogland, tierra de eskoglandeses.
Sí, aún a pesar de que todo en su vida lo hubiera evitado. Lo curioso aquí es para qué la han seleccionado. Para ser quién. La película pasa a convertirse en un asunto de verdadero nervio. La verdad es que la han elegido para suplantar a la fugitiva princesa de Skogland. Esa misma que acaba de perder a su padre y quedado en manos de un tío (y virrey) por demás extraño.
La historia aquí contada nos pasea por un país que mantiene sus tradiciones reales, con bonitas casas de la realeza, pero no excesivas, pero también por un país más o menos secretamente en conflicto. Algo civil, puede decirse. Skogland es un país próspero, para algunos, los que se dejan ver. Allá en la otra parte del país están los norteños, gente de cabellera morena, a comparación de los rubios sureños, que de prósperos no tienen nada. Secretos para quien no quiere enterarse, mentiras para todos.
La trama de Skogland pasa de ser una simple inocentada de historia Jarvenezca a una mirada interna en la ficción de un problema del país, las ansias de poder y control. Proteger las ideas, tratar de calmar lo que parece hace daño. Eso incluyendo también a nuestra protagonista, claro, y sus pasos que sin saberlo al principio tendrán algo que ver con ello, la princesa fugitiva, el confundido virrey, la espantosa crueldad oculta (a penas mencionada pero que incomoda) y el lado rebelde. Todo eso en una historia que evoluciona, crece y aprueba.
No dudo que me habría gustado ver más de algunas partes que para la historia a penas parecen tener importancia, que se mencionan tan poquito que igual por eso me gustaron.
Si eres una persona lectora con la sospecha en crecimiento, o ya bien nutrida, tal vez no re sorprenda tanto cuando las cosas se digan definitivamente, pero vaya que lo harán, puede que mucho más, cuando las piezas comiencen a unirse.
El país, los gobernantes y los rebeldes no se andan con chistes. Ganan y fallan cuando quieren hacerlo.
¿Quién diría que detrás de algo de prendas tan sencillas se oculta un gran prometedor y buenos momentos?
kimy1213Jarven, una adolescente, gana un extraño casting para una película que se rodará en el extranjero. Una vez allí, descubre que el rodaje es una maniobra política en la que ella deberá suplantar a la desaparecida princesa de Skogland, un país fantástico aparentemente perfecto que en el fondo resulta ser un ejemplo de intolerancia y racismo.
Conozcamos el lado misterioso en una historia de princesas. Bueno, que al menos tiene que ver con una princesa. Decir que Jarven lo es está más fuera de la realidad que cualquier cosa. La aburrida Jarven, con una madre que no le permite hacer nada y sus ganas de salir a pasear. Si esto fuera un cuento, estaríamos todos sorprendidos.
¿Cómo hacer crecer una mentira?Intentando decir nada. Y es así porque aquí lo que no se dice se demuestra.
Esta historia, aventura más bien, está basada en una mentira, que trae montones por detrás que involucran incluso a lo que ni se nos habría podido ocurrir tuviera alguna relación.
La inocente y algo crédula Jarven se ve envuelta en un lío de cintas. Ha sido seleccionada para el casting más o menos final de una película. Y quién diría que estos señores del cine no se andan con prisas. Sin saber cómo, y todo el plan que hay detrás, al día siguiente de haber dicho nada en su primer casting, ya se encuentra en Skogland, tierra de eskoglandeses.
Sí, aún a pesar de que todo en su vida lo hubiera evitado. Lo curioso aquí es para qué la han seleccionado. Para ser quién. La película pasa a convertirse en un asunto de verdadero nervio. La verdad es que la han elegido para suplantar a la fugitiva princesa de Skogland. Esa misma que acaba de perder a su padre y quedado en manos de un tío (y virrey) por demás extraño.
La historia aquí contada nos pasea por un país que mantiene sus tradiciones reales, con bonitas casas de la realeza, pero no excesivas, pero también por un país más o menos secretamente en conflicto. Algo civil, puede decirse. Skogland es un país próspero, para algunos, los que se dejan ver. Allá en la otra parte del país están los norteños, gente de cabellera morena, a comparación de los rubios sureños, que de prósperos no tienen nada. Secretos para quien no quiere enterarse, mentiras para todos.
La trama de Skogland pasa de ser una simple inocentada de historia Jarvenezca a una mirada interna en la ficción de un problema del país, las ansias de poder y control. Proteger las ideas, tratar de calmar lo que parece hace daño. Eso incluyendo también a nuestra protagonista, claro, y sus pasos que sin saberlo al principio tendrán algo que ver con ello, la princesa fugitiva, el confundido virrey, la espantosa crueldad oculta (a penas mencionada pero que incomoda) y el lado rebelde. Todo eso en una historia que evoluciona, crece y aprueba.
No dudo que me habría gustado ver más de algunas partes que para la historia a penas parecen tener importancia, que se mencionan tan poquito que igual por eso me gustaron.
Si eres una persona lectora con la sospecha en crecimiento, o ya bien nutrida, tal vez no re sorprenda tanto cuando las cosas se digan definitivamente, pero vaya que lo harán, puede que mucho más, cuando las piezas comiencen a unirse.
El país, los gobernantes y los rebeldes no se andan con chistes. Ganan y fallan cuando quieren hacerlo.
¿Quién diría que detrás de algo de prendas tan sencillas se oculta un gran prometedor y buenos momentos?
Skogland: una agradable sorpresa.