francasabrina
CAPITULO I De lo que aconteció a un rey con uno de sus privados. Una vez el conde Lucanor estaba hablando con Patronio, su consejero, y le dijo, un gran hombre de esta tierra muy honrado y muy poderoso, es su voluntad marcharse de aquí y no volver de ninguna manera, me quería dejar toda su tierra, en parte vendida y en parte encomendada, aconsejadme vos lo que os parece en este hecho. Patronio le contó una historia al conde sobre lo que le paso a un rey con uno de sus privados y al final el conde aprendió la siguiente moraleja: No te engañes ni creas en lo regalado, nadie hace por otro su propio daño. Por la misericordia de Dios y por el buen consejo se libra el hombre de aflicción y cumple su deseo.
CAPITULO II De lo que aconteció a un hombre bueno con su hijo. Otra vez acaeció también que el conde Lucanor hablaba con Patronio, su consejero, y le dijo como estaba muy preocupado por un hecho que quería hacer, pues si por ventura lo hiciese, sabia que muchos se lo reprocharían y que si no lo hiciese, el mismo entendería que se lo reprocharía con razón. le contó cuál era el hecho y le rogó que le aconsejase lo que entendía que en aquello debía hacer. Patronio al tratar de ayudarlo le contó algo sobre un hombre bueno y su hijo cuando Patronio el conde aprendió lo siguiente: Por lo que digan las gentes -Siempre que no sea a mal- al provecho para, mientes y haces esto.
CAPITULO III Del salto que el rey Ricardo de Inglaterra dio en el mar contra los moros. Un día se aparto el conde Lucanor con Patronio su consejero., y le dijo así; me crié y viví en grandes guerras, a veces con cristianos, a veces con moros, y cuando la tuve con cristianos me cuide de que no se provocase por mi culpa, no se pudo evitar que recibieran gran daño muchos que no lo merecían., según el estado que tengo, penséis y me aconsejéis la mejor manera para que yo pueda hacer enmienda a Dios de los yerros que contra Él hice y pueda recibir gracia. Patronio le contó sobre el rey Ricardo y el salto que hizo contra los moros por lo cual el conde asimiló lo siguiente: “Quien por caballero se mantuviera más debe desear este salto, que si en convento se metiese o se encerrase en muro alto"
CAPITULO IV De lo que un genovés dijo a su alma cuando se quería morir. Un día hablaba el conde Lucanor con Patronio su consejero de esta manera: -yo tengo, loado sea Dios, mi hacienda en bastante buen estado y en paz. Algunos me aconsejan que comience un hecho de mucho riesgo y peligro pero no lo quise empezar hasta hablar con vos y rogaros que me aconsejaseis que hacer. Patronio le dijo lo que un genovés que era muy rico le dijo a su alma cuando estaba apunto de morir y el conde comprendió que "Quien bien se siente, no se levanta. "
CAPITULO V De lo que aconteció a un zorro con un cuervo que tenía un pedazo de queso en el pico. Hablaba otra vez el conde Lucanor con Patronio y le dijo así: Un hombre que dice ser muy amigo mío, comenzó a alabarme mucho dándome a entender que había en mí muy cumplida honra y poder muchas bondades, me propuso un convenio que me parece que me es provechoso. Patronio comprendió el engaño que yacía escondido bajo las palabras hermosas, Por eso le dijo al conde. Lo que le sucedió a un cuervo que por confiar en un zorro perdió todo a lo cual el conde respondió que había entendido que "Quien te alabare con lo que no hay en ti sabed que quiere llevar lo que hay en ti".
CAPITULO VI De lo que aconteció a la golondrina con las otras aves cuando vio sembrar el lino.
Una vez el conde Lucanor estaba hablando con Patronio, su consejero, y le dijo, un gran hombre de esta tierra muy honrado y muy poderoso, es su voluntad marcharse de aquí y no volver de ninguna manera, me quería dejar toda su tierra, en parte vendida y en parte encomendada, aconsejadme vos lo que os parece en este hecho. Patronio le contó una historia al conde sobre lo que le paso a un rey con uno de sus privados y al final el conde aprendió la siguiente moraleja: No te engañes ni creas en lo regalado, nadie hace por otro su propio daño. Por la misericordia de Dios y por el buen consejo se libra el hombre de aflicción y cumple su deseo.
CAPITULO II De lo que aconteció a un hombre bueno con su hijo.
Otra vez acaeció también que el conde Lucanor hablaba con Patronio, su consejero, y le dijo como estaba muy preocupado por un hecho que quería hacer, pues si por ventura lo hiciese, sabia que muchos se lo reprocharían y que si no lo hiciese, el mismo entendería que se lo reprocharía con razón. le contó cuál era el hecho y le rogó que le aconsejase lo que entendía que en aquello debía hacer. Patronio al tratar de ayudarlo le contó algo sobre un hombre bueno y su hijo cuando Patronio el conde aprendió lo siguiente: Por lo que digan las gentes -Siempre que no sea a mal- al provecho para, mientes y haces esto.
CAPITULO III Del salto que el rey Ricardo de Inglaterra dio en el mar contra los moros.
Un día se aparto el conde Lucanor con Patronio su consejero., y le dijo así; me crié y viví en grandes guerras, a veces con cristianos, a veces con moros, y cuando la tuve con cristianos me cuide de que no se provocase por mi culpa, no se pudo evitar que recibieran gran daño muchos que no lo merecían., según el estado que tengo, penséis y me aconsejéis la mejor manera para que yo pueda hacer enmienda a Dios de los yerros que contra Él hice y pueda recibir gracia. Patronio le contó sobre el rey Ricardo y el salto que hizo contra los moros por lo cual el conde asimiló lo siguiente: “Quien por caballero se mantuviera más debe desear este salto, que si en convento se metiese o se encerrase en muro alto"
CAPITULO IV De lo que un genovés dijo a su alma cuando se quería morir.
Un día hablaba el conde Lucanor con Patronio su consejero de esta manera: -yo tengo, loado sea Dios, mi hacienda en bastante buen estado y en paz. Algunos me aconsejan que comience un hecho de mucho riesgo y peligro pero no lo quise empezar hasta hablar con vos y rogaros que me aconsejaseis que hacer.
Patronio le dijo lo que un genovés que era muy rico le dijo a su alma cuando estaba apunto de morir y el conde comprendió que "Quien bien se siente, no se levanta. "
CAPITULO V De lo que aconteció a un zorro con un cuervo que tenía un pedazo de queso en el pico.
Hablaba otra vez el conde Lucanor con Patronio y le dijo así: Un hombre que dice ser muy amigo mío, comenzó a alabarme mucho dándome a entender que había en mí muy cumplida honra y poder muchas bondades, me propuso un convenio que me parece que me es provechoso. Patronio comprendió el engaño que yacía escondido bajo las palabras hermosas, Por eso le dijo al conde. Lo que le sucedió a un cuervo que por confiar en un zorro perdió todo a lo cual el conde respondió que había entendido que "Quien te alabare con lo que no hay en ti sabed que quiere llevar lo que hay en ti".
CAPITULO VI De lo que aconteció a la golondrina con las otras aves cuando vio sembrar el lino.