ABIHAIL2015
El poema de Homero cuenta en 24 cantos las aventuras de Odiseo (Ulises) en su regreso de la guerra de Troya. Esos 24 cantos se pueden dividir en tres partes perfectamente diferenciadas por el argumento, tan diferenciadas que algunos críticos han llegado a afirmar que en su origen eran tres poemas diferentes a los que Homero dio unidad.
Los cantos I- V se conocen como “la Telemaquia”. El poema comienza con la invocación a la musa, la referencia al héroe que se haya aún lejos de su patria, retenido por la ninfa Calipso que desea tomarlo por esposo, mientras que todos los demás participantes de la guerra de Troya ya han regresado, la presentación de Penélope y Telémaco que se niegan a hacerse a la idea de que Ulises ha muerto, mientras un nutrido grupo de pretendientes ansía casarse con la reina. Asistimos también a la asamblea de los dioses en que se decide que Atenea acuda al palacio de Ulises para hacer concebir esperanzas en los familiares del héroe y para animar a Telémaco a que parta en busca de noticias sobre su padre. Durante cuatro largos cantos perdemos de vista al héroe y el poeta hace un repaso de las figuras míticas: Néstor en Pilos , Helena y Menelao en Esparta. Ulises se encuentra retenido por la ninfa Calipso y sólo se verá libre cuando Hermes anuncie a la ninfa que debe liberarle.
La parte central de la Odisea está constituida por una serie de peligros y aventuras a que tiene que hacer frente. Ulises con la ayuda de Atenea logrará salir indemne de todos ellos. Esta parte abarcaría los cantos VI – XIII. Ulises en la barca que le proporcionó Calipso llega a la tierra de los feacios donde es rescatado por la princesa Nausícaa que lo lleva al palacio de su padre. Se celebra una fiesta en honor del huésped en la que, según la costumbre, un aedo, Demódoco, canta un pasaje de la guerra de Troya, Ulises llora al escucharlo y responde a las preguntas de Alcínoo contando los peligros de su viaje desde la caída de la ciudad: el encuentro con los lotófagos, el Cíclope, la llegada a la isla de Eolo, el dios de los vientos, las aventuras con los lestrigones y Circe, el viaje al país de los muertos donde hablará con Tiresias y con las almas de los principales guerreros que tomaron parte en la conquista de Troya, el encuentro con las sirenas, la prueba de Escila y Caribdis, el episodio de las vacas del sol.
Tras la narración de las aventuras Alcínoo le proporciona una embarcación para que pueda regresar a su patria, cuando por fin llega a las costas de Ítaca se dirige a la cabaña de Eumeo, pero no se da a conocer; llega a esa misma cabaña Telémaco que regresa del Peloponeso, aquí padre e hijo se reconocen y preparan la venganza de los pretendientes: Telémaco irá sólo al palacio, Ulises irá más tarde disfrazado de mendigo. Penélope tiene la feliz idea de proponer un concurso a los pretendientes, de modo que tomará por esposo a aquel que sea capaz de tensar el arco de Ulises, ninguno de los pretendientes lo logra, sólo Ulises y entonces ayudado por su hijo mata a todos sus rivales. Después de la matanza el héroe y su esposa se reconocen, Ulises visita a su padre Laertes, los habitantes de Ítaca intentan vengar la muerte de los pretendientes, pero se llega a un pacto y ahí acaba el poema.
Los cantos I- V se conocen como “la Telemaquia”. El poema comienza con la invocación a la musa, la referencia al héroe que se haya aún lejos de su patria, retenido por la ninfa Calipso que desea tomarlo por esposo, mientras que todos los demás participantes de la guerra de Troya ya han regresado, la presentación de Penélope y Telémaco que se niegan a hacerse a la idea de que Ulises ha muerto, mientras un nutrido grupo de pretendientes ansía casarse con la reina. Asistimos también a la asamblea de los dioses en que se decide que Atenea acuda al palacio de Ulises para hacer concebir esperanzas en los familiares del héroe y para animar a Telémaco a que parta en busca de noticias sobre su padre. Durante cuatro largos cantos perdemos de vista al héroe y el poeta hace un repaso de las figuras míticas: Néstor en Pilos , Helena y Menelao en Esparta. Ulises se encuentra retenido por la ninfa Calipso y sólo se verá libre cuando Hermes anuncie a la ninfa que debe liberarle.
La parte central de la Odisea está constituida por una serie de peligros y aventuras a que tiene que hacer frente. Ulises con la ayuda de Atenea logrará salir indemne de todos ellos. Esta parte abarcaría los cantos VI – XIII. Ulises en la barca que le proporcionó Calipso llega a la tierra de los feacios donde es rescatado por la princesa Nausícaa que lo lleva al palacio de su padre. Se celebra una fiesta en honor del huésped en la que, según la costumbre, un aedo, Demódoco, canta un pasaje de la guerra de Troya, Ulises llora al escucharlo y responde a las preguntas de Alcínoo contando los peligros de su viaje desde la caída de la ciudad: el encuentro con los lotófagos, el Cíclope, la llegada a la isla de Eolo, el dios de los vientos, las aventuras con los lestrigones y Circe, el viaje al país de los muertos donde hablará con Tiresias y con las almas de los principales guerreros que tomaron parte en la conquista de Troya, el encuentro con las sirenas, la prueba de Escila y Caribdis, el episodio de las vacas del sol.
Tras la narración de las aventuras Alcínoo le proporciona una embarcación para que pueda regresar a su patria, cuando por fin llega a las costas de Ítaca se dirige a la cabaña de Eumeo, pero no se da a conocer; llega a esa misma cabaña Telémaco que regresa del Peloponeso, aquí padre e hijo se reconocen y preparan la venganza de los pretendientes: Telémaco irá sólo al palacio, Ulises irá más tarde disfrazado de mendigo. Penélope tiene la feliz idea de proponer un concurso a los pretendientes, de modo que tomará por esposo a aquel que sea capaz de tensar el arco de Ulises, ninguno de los pretendientes lo logra, sólo Ulises y entonces ayudado por su hijo mata a todos sus rivales. Después de la matanza el héroe y su esposa se reconocen, Ulises visita a su padre Laertes, los habitantes de Ítaca intentan vengar la muerte de los pretendientes, pero se llega a un pacto y ahí acaba el poema.