La Ilíada narra la cólera de Aquiles y es precisamente así como da comienzo el relato, con el tremendo enfado del protagonistas porque el rey de los aqueos, Agamenón ha decidido quedarse la esclava favorita de Aquiles, Briseida. A modo de venganza, Aquiles decide retirar sus ejércitos y el bando aqueo se ve diezmado por los troyanos.
En este momento, Patrocolo, primo y amigo íntimo de Aquiles decide ponerse las armaduras de Aquiles y enfrentar la batalla, con tan mala suerte que lucha directamente contra Héctor, hijo del rey troyano Príamo y príncipe de Troya, y acaba muriendo derrotado por Héctor.
Cuando Aquiles se entera de tal desventura, decide vengarse y luchar contra los troyanos hasta dar caza a Héctor, el asesino de su primo querido. Previamente, los troyanos no habían querido devolver el cadáver de Patrocolo a Aquiles para que pudiese enterrarlo en paz, entonces, cuando Aquiles mata a Héctor, ata el cadáver de este a su carro y lo arrastra por toda la playa de Troya, con el único fin de humillarlo.
Desolado por la desolación y la pérdida de su hijo amado, el rey Príamo baja a la playa de Troya, al campamento de los aqueos para suplicarle a Aquiles que le devuelva el cadáver de su hijo y así poder enterrarlo en paz. Ante tal acto paternal y sentimental, el héroe Aquiles se ve conmovido y decide darle al rey troyano lo que pide, ya que ambos están en la misma situación, es decir, llorando la muerte de uno de sus seres más queridos.
La Ilíada narra la cólera de Aquiles y es precisamente así como da comienzo el relato, con el tremendo enfado del protagonistas porque el rey de los aqueos, Agamenón ha decidido quedarse la esclava favorita de Aquiles, Briseida. A modo de venganza, Aquiles decide retirar sus ejércitos y el bando aqueo se ve diezmado por los troyanos.
En este momento, Patrocolo, primo y amigo íntimo de Aquiles decide ponerse las armaduras de Aquiles y enfrentar la batalla, con tan mala suerte que lucha directamente contra Héctor, hijo del rey troyano Príamo y príncipe de Troya, y acaba muriendo derrotado por Héctor.
Cuando Aquiles se entera de tal desventura, decide vengarse y luchar contra los troyanos hasta dar caza a Héctor, el asesino de su primo querido. Previamente, los troyanos no habían querido devolver el cadáver de Patrocolo a Aquiles para que pudiese enterrarlo en paz, entonces, cuando Aquiles mata a Héctor, ata el cadáver de este a su carro y lo arrastra por toda la playa de Troya, con el único fin de humillarlo.
Desolado por la desolación y la pérdida de su hijo amado, el rey Príamo baja a la playa de Troya, al campamento de los aqueos para suplicarle a Aquiles que le devuelva el cadáver de su hijo y así poder enterrarlo en paz. Ante tal acto paternal y sentimental, el héroe Aquiles se ve conmovido y decide darle al rey troyano lo que pide, ya que ambos están en la misma situación, es decir, llorando la muerte de uno de sus seres más queridos.