La ballena varada es un relato juvenil de apariencia realista y situaciones extraordinarias. Sebastián, un niño de ocho años, presencia una mañana el espectáculo insólito de una ballena encallada en las playas de Bahía Solano. Se propone, entonces, salvarla contra la voluntad de quienes desean sacrificar al animal.
Sebastián, un niño de ocho años, presencia una mañana el espectáculo insólito de una ballena encallada en las playas de Bahía Solano. Se propone, entonces, contra la voluntad de quienes desean sacrificar al legendario animal, salvarlo con todas sus fuerzas de que es capaz. Una serie de acontecimientos extraordinarios, además de la acción natural de los elementos, contribuyen a llevar adelante esta cruzada por la salvación del cetáceo. Se trata, entonces, del enfrentamiento entre la sana y limpia voluntad del niño y la acción depredadora de unos pocos. La novela se convierte de esta forma en una poética expresión de la ética ecologista, contrapunto de la maldad que anima a unos seres que sólo velan por el beneficio económico y su desmedido afán de lucro. En La ballena varada, de Oscar Collazos, el lector es trasladado a la costa pacífica colombiana. Allí los niños son buenos y entre los adultos están los buenos y los malos. Los buenos son aquellos que quieren salvar la ballena varada, y los malos quienes quieren aprovechar su carne para venderla. Además del tratamiento maniqueísta, encontramos una idealización de los niños, en especial del protagonista. Es evidente además, la intención del autor de mostrar a los niños como los defensores de la naturaleza y dejar explícitamente un mensaje ecológico al lector. La idealización de la infancia como un estado de pureza y de inocencia ha perdurado en nuestra literatura infantil. Esta noción se evidencia en la creación de este tipo de personajes golpeados por las injusticias de la vida adulta, enfrentados a la maldad y la crueldad del mundo de los mayores y quienes la mayoría de las veces triunfan gracias a las fuerzas sobrenaturales de otro personaje o a la magnificencia y bondad de la mano poderosa de sus creadores. Los niños nacen buenos e inocentes y la sociedad intenta corromperlos. Sin embargo, mientras sigan siendo niños, los escritores se encargarán de protegerlos, de que nos les pase nada. Aquí Rousseau puede dormir tranquilo mientras sigan existiendo adultos capaces de crear una muralla protectora o de otorgarle a estos pequeños protagonistas los dones suficientes para defenderse mientras les llegue a su vez el turno de ser adultos.
Respuesta:
La ballena varada es un relato juvenil de apariencia realista y situaciones extraordinarias. Sebastián, un niño de ocho años, presencia una mañana el espectáculo insólito de una ballena encallada en las playas de Bahía Solano. Se propone, entonces, salvarla contra la voluntad de quienes desean sacrificar al animal.
Explicación:
eso?
Respuesta:
Sebastián, un niño de ocho años, presencia una mañana el espectáculo insólito de una ballena encallada en las playas de Bahía Solano. Se propone, entonces, contra la voluntad de quienes desean sacrificar al legendario animal, salvarlo con todas sus fuerzas de que es capaz. Una serie de acontecimientos extraordinarios, además de la acción natural de los elementos, contribuyen a llevar adelante esta cruzada por la salvación del cetáceo. Se trata, entonces, del enfrentamiento entre la sana y limpia voluntad del niño y la acción depredadora de unos pocos. La novela se convierte de esta forma en una poética expresión de la ética ecologista, contrapunto de la maldad que anima a unos seres que sólo velan por el beneficio económico y su desmedido afán de lucro. En La ballena varada, de Oscar Collazos, el lector es trasladado a la costa pacífica colombiana. Allí los niños son buenos y entre los adultos están los buenos y los malos. Los buenos son aquellos que quieren salvar la ballena varada, y los malos quienes quieren aprovechar su carne para venderla. Además del tratamiento maniqueísta, encontramos una idealización de los niños, en especial del protagonista. Es evidente además, la intención del autor de mostrar a los niños como los defensores de la naturaleza y dejar explícitamente un mensaje ecológico al lector. La idealización de la infancia como un estado de pureza y de inocencia ha perdurado en nuestra literatura infantil. Esta noción se evidencia en la creación de este tipo de personajes golpeados por las injusticias de la vida adulta, enfrentados a la maldad y la crueldad del mundo de los mayores y quienes la mayoría de las veces triunfan gracias a las fuerzas sobrenaturales de otro personaje o a la magnificencia y bondad de la mano poderosa de sus creadores. Los niños nacen buenos e inocentes y la sociedad intenta corromperlos. Sin embargo, mientras sigan siendo niños, los escritores se encargarán de protegerlos, de que nos les pase nada. Aquí Rousseau puede dormir tranquilo mientras sigan existiendo adultos capaces de crear una muralla protectora o de otorgarle a estos pequeños protagonistas los dones suficientes para defenderse mientras les llegue a su vez el turno de ser adultos.