domenicaçc
La Ciencia avanza y no se detiene. Investigadores bioenergéticos han descubierto que algunos microorganismos, cuyo hábitat es generalmente el fondo de los océanos, son capaces de transformar la materia orgánica en electricidad. En un artículo publicado en Science, los investigadores explican cómo lograron realizar una batería con sedimentos.
¿Cómo lo hicieron?
En el fondo de un recipiente colocaron una capa de sedimento y en ella electrodos de grafito estériles y agua común. De esta manera obtuvieron la energía eléctrica suficiente como para hacer funcionar una bombilla o una pequeña computadora y creen que sería suficiente como para hacer funcionar los instrumentos básicos de navegación marina.
Los microorganismos llamados comúnmente Geobacterias son la clave de la producción de esta energía. Mientras que la mayor parte de formas de vida, incluyendo el ser humano, consiguen su energía mediante la oxidación de los compuestos orgánicos, las geobacterias pueden crecer en ambientes sin oxígeno (anaerobios) utilizando el hierro en lugar de oxígeno.
Los investigadores, también descubrieron que en el ánodo de las pilas que habían construido había Desulfomonas acetoixidans que al ser retiradas del sedimento interrumpía la corriente. Además, han podido observar que pueden convertir compuestos orgánicos tóxicos como el tolueno en electricidad, por lo que las geobacterias podrían ser utilizadas para obtener energía de la materia o en la biorremediación de ambientes contaminados, especialmente por el petróleo.
Con anterioridad se conocía que este tipo de bacterias, que viven de forma más o menos ubicua en ambientes marinos, podían producir electricidad en condiciones controladas de laboratorio, añadiendo al medio de cultivo las sustancias apropiadas, sin embargo, en este trabajo, los investigadores han podido demostrar cómo es posible la producción de electricidad en condiciones naturales.
Según los investigadores, es posible que cuando conozcamos el genoma de las Geobacterias, podremos manipular estos organismos para hacerlos más receptivos a una mayor variedad de contaminantes orgánicos e inorgánicos. Cuando estos contaminantes empezasen a degradar el ambiente, los microbios enviarían electrones a un electrodo, lo cual dispararía una señal, sonora o luminosa, advirtiendo de su presencia. Pequeñas unidades dotadas con estos microorganismos podrían pronto formar parte del equipo de los soldados para estar preparados ante una eventual guerra bacteriológica.
En general, el avance en el conocimiento de esta tecnología podría tener interesantes aplicaciones en el reconocimiento de contaminantes y toxinas orgánicas y evitar su difusión
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alonsop21
Todo cuando miramos a nuestro alrededor compone el medio donde nos desenvolvemos, nuestro ecosistema, entendiéndose por este , el conjunto de seres vivos (biocenosis) y elementos no vivos (biotopo)que interaccionan entre sí.
¿Cómo lo hicieron?
En el fondo de un recipiente colocaron una capa de sedimento y en ella electrodos de grafito estériles y agua común. De esta manera obtuvieron la energía eléctrica suficiente como para hacer funcionar una bombilla o una pequeña computadora y creen que sería suficiente como para hacer funcionar los instrumentos básicos de navegación marina.
Los microorganismos llamados comúnmente Geobacterias son la clave de la producción de esta energía. Mientras que la mayor parte de formas de vida, incluyendo el ser humano, consiguen su energía mediante la oxidación de los compuestos orgánicos, las geobacterias pueden crecer en ambientes sin oxígeno (anaerobios) utilizando el hierro en lugar de oxígeno.
Los investigadores, también descubrieron que en el ánodo de las pilas que habían construido había Desulfomonas acetoixidans que al ser retiradas del sedimento interrumpía la corriente. Además, han podido observar que pueden convertir compuestos orgánicos tóxicos como el tolueno en electricidad, por lo que las geobacterias podrían ser utilizadas para obtener energía de la materia o en la biorremediación de ambientes contaminados, especialmente por el petróleo.
Con anterioridad se conocía que este tipo de bacterias, que viven de forma más o menos ubicua en ambientes marinos, podían producir electricidad en condiciones controladas de laboratorio, añadiendo al medio de cultivo las sustancias apropiadas, sin embargo, en este trabajo, los investigadores han podido demostrar cómo es posible la producción de electricidad en condiciones naturales.
Según los investigadores, es posible que cuando conozcamos el genoma de las Geobacterias, podremos manipular estos organismos para hacerlos más receptivos a una mayor variedad de contaminantes orgánicos e inorgánicos. Cuando estos contaminantes empezasen a degradar el ambiente, los microbios enviarían electrones a un electrodo, lo cual dispararía una señal, sonora o luminosa, advirtiendo de su presencia. Pequeñas unidades dotadas con estos microorganismos podrían pronto formar parte del equipo de los soldados para estar preparados ante una eventual guerra bacteriológica.
En general, el avance en el conocimiento de esta tecnología podría tener interesantes aplicaciones en el reconocimiento de contaminantes y toxinas orgánicas y evitar su difusión