A medida que nos aproximamos al final del año litúrgico, las lecturas nos recuerdan este aspecto de las enseñanzas de Jesús: su insistencia en la urgencia de nuestra situación y la necesidad de decidir a la luz del juicio inminente. Él será el juez que vendrá con todo su poder y su gloria, cuando se pruebe que sus enseñanzas y sus seguidores están en lo correcto.
Jesús no dice estas cosas para asustarnos, sino para convencernos de la necesidad de estar vigilante, estar preparados. El día de su venida es el anuncio de la salvación y de la reivindicación de la rectitud, un día de gozo más que de temor. Aún así, necesitamos estar alertas para no ser pillados desprevenidos cuando venga ese día misterioso. Agradezco a Jesús por estas palabras reconfortantes y pido la gracia de llevar una vida atenta en vez de superficial.
Explicación:
A medida que nos aproximamos al final del año litúrgico, las lecturas nos recuerdan este aspecto de las enseñanzas de Jesús: su insistencia en la urgencia de nuestra situación y la necesidad de decidir a la luz del juicio inminente. Él será el juez que vendrá con todo su poder y su gloria, cuando se pruebe que sus enseñanzas y sus seguidores están en lo correcto.
Jesús no dice estas cosas para asustarnos, sino para convencernos de la necesidad de estar vigilante, estar preparados. El día de su venida es el anuncio de la salvación y de la reivindicación de la rectitud, un día de gozo más que de temor. Aún así, necesitamos estar alertas para no ser pillados desprevenidos cuando venga ese día misterioso. Agradezco a Jesús por estas palabras reconfortantes y pido la gracia de llevar una vida atenta en vez de superficial.