Respuesta: Las danzas y la expresión corporal
Expresión Corporal: la danza al alcance de todos
Todos los seres humanos nos expresamos corporalmente, de diferentes maneras y a lo
largo de toda la vida.
La manera en que caminamos, las actitudes que asumimos al sentarnos, los
movimientos que acompañan una carcajada o el llanto, la manera de dar un abrazo o
cómo bostezamos, forman parte de la expresión corporal cotidiana y son las
manifestaciones exteriores de nuestro mundo interior.
Si observamos a una persona en su manera de moverse podremos intuir parte de su
historia. En ese sentido se puede decir que el cuerpo «no miente», siempre está
expresando y comunicando algo verdadero.
El movimiento del cuerpo y sus posibilidades, la necesidad de comunicación y contacto
con los otros y el potencial creativo, que es inherente a todas las personas, son la
materia prima de la cual se nutre la Expresión Corporal como actividad organizada
con propósitos determinados.
La Expresión Corporal puede definirse como una disciplina tendiente a desarrollar en
los participantes el placer por el movimiento, que se traduce en la comunicación de
emociones a través del uso creativo del cuerpo. La Expresión Corporal se da siempre en
relación. El alumno se expresa mediante las relaciones que establece con su medio:
espacio, objetos, naturaleza y los demás individuos.
La Expresión Corporal es una forma de danza, la danza al alcance de todos, ya que a
través de su práctica basada en un proceso de autoconocimiento, de búsqueda e
investigación, de aceptación de uno mismo y de los otros, se logra el descubrimiento de
la danza propia, la danza de cada uno.
La Expresión Corporal, como lenguaje artístico, busca manifestar el mundo interior,
comunicando sus impresiones a través de un lenguaje corporal propio, por lo que todas
las actividades propuestas en las clases deben tender al incremento de la creatividad y la
comunicación, en un ambiente de confianza y alegría, que darán por resultado el
disfrute pleno del movimiento como algo personal, único y gozoso. Para el logro de ello
es necesario poder conocer y aceptar el propio cuerpo con sus posibilidades y
limitaciones; este es un aspecto de gran importancia, ya que para la práctica de la
materia no se requiere de cualidades corporales específicas: todos los participantes
pueden iniciar su proceso a partir de sus características personales.
La Expresión Corporal también puede definirse «como uno de los lenguajes artísticos
que son patrimonio del ser humano, entendiendo por artístico todo aquello que
desarrolla la
sensibilidad, el sentido estético, la creatividad y la comunicación humana» (Patricia
Stokoe).
La Expresión Corporal en la escuela
La Expresión Corporal en la escuela apoya, complementa y refuerza los objetivos
generales de la educación tendientes a la formación integral del alumno.
Su práctica promueve una actitud creativa, lúdica y de socialización que trasciende
fuera del ámbito específico de la clase, aportando a la vida cotidiana un lenguaje
corporal más espontáneo y más rico.
A través de las actividades, se logra una mejor adaptación a los cambios físicos que se
manifiestan en los niños durante la etapa escolar, a la vez que permite mejorar la
comunicación y la integración de los grupos escolares. También puede ser un valioso
auxiliar en el aprendizaje de un tema específico y coadyuva al desarrollo de la
capacidad investigadora y creadora.
La naturaleza activa de los niños necesita de momentos de descarga de energía,
momentos de relajación, momentos de contacto, juego y humor, para poder llevar a
cabo, en las mejores condiciones, la labor diaria en la escuela, por lo que se invita al
maestro a integrar la práctica del movimiento expresivo como una actividad cotidiana,
programando clases completas y en pequeñas cápsulas a lo largo de la jornada y durante
todo el ciclo escolar. De esta manera, el maestro podrá percibir, día a día, los beneficios
que la materia aporta a sus alumnos en su desarrollo personal y como miembros de un
grupo.
La práctica de la Expresión Corporal en la escuela, encarada como la búsqueda de la
danza personal, la de cada uno, sensibiliza a los niños a experimentar y crear nuevas
formas de movimiento, fomentando con ello el gusto por bailar.
A partir de ese interés, el maestro podrá estimular en sus alumnos la apreciación de las
manifestaciones «dancísticas» en general, con el objeto de ampliar y enriquecer en los
niños la percepción del arte como algo cercano, cotidiano, que forma parte de su
entorno y del cual puede participar activamente, como espectador y como protagonista.
El papel del maestro
En Expresión Corporal, el maestro es el que guía y orienta a través de la presentación de
actividades variadas y estimulantes, promoviendo la participación activa de todos los
miembros del grupo y con el objeto de que los alumnos vayan encontrando su propio
estilo de movimiento, su propia danza.
Asociación Mundial de Educadores Infantiles 75
Explicación:
" Life is not a problem to be solved but a reality to be experienced! "
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Respuesta: Las danzas y la expresión corporal
Expresión Corporal: la danza al alcance de todos
Todos los seres humanos nos expresamos corporalmente, de diferentes maneras y a lo
largo de toda la vida.
La manera en que caminamos, las actitudes que asumimos al sentarnos, los
movimientos que acompañan una carcajada o el llanto, la manera de dar un abrazo o
cómo bostezamos, forman parte de la expresión corporal cotidiana y son las
manifestaciones exteriores de nuestro mundo interior.
Si observamos a una persona en su manera de moverse podremos intuir parte de su
historia. En ese sentido se puede decir que el cuerpo «no miente», siempre está
expresando y comunicando algo verdadero.
El movimiento del cuerpo y sus posibilidades, la necesidad de comunicación y contacto
con los otros y el potencial creativo, que es inherente a todas las personas, son la
materia prima de la cual se nutre la Expresión Corporal como actividad organizada
con propósitos determinados.
La Expresión Corporal puede definirse como una disciplina tendiente a desarrollar en
los participantes el placer por el movimiento, que se traduce en la comunicación de
emociones a través del uso creativo del cuerpo. La Expresión Corporal se da siempre en
relación. El alumno se expresa mediante las relaciones que establece con su medio:
espacio, objetos, naturaleza y los demás individuos.
La Expresión Corporal es una forma de danza, la danza al alcance de todos, ya que a
través de su práctica basada en un proceso de autoconocimiento, de búsqueda e
investigación, de aceptación de uno mismo y de los otros, se logra el descubrimiento de
la danza propia, la danza de cada uno.
La Expresión Corporal, como lenguaje artístico, busca manifestar el mundo interior,
comunicando sus impresiones a través de un lenguaje corporal propio, por lo que todas
las actividades propuestas en las clases deben tender al incremento de la creatividad y la
comunicación, en un ambiente de confianza y alegría, que darán por resultado el
disfrute pleno del movimiento como algo personal, único y gozoso. Para el logro de ello
es necesario poder conocer y aceptar el propio cuerpo con sus posibilidades y
limitaciones; este es un aspecto de gran importancia, ya que para la práctica de la
materia no se requiere de cualidades corporales específicas: todos los participantes
pueden iniciar su proceso a partir de sus características personales.
La Expresión Corporal también puede definirse «como uno de los lenguajes artísticos
que son patrimonio del ser humano, entendiendo por artístico todo aquello que
desarrolla la
sensibilidad, el sentido estético, la creatividad y la comunicación humana» (Patricia
Stokoe).
La Expresión Corporal en la escuela
La Expresión Corporal en la escuela apoya, complementa y refuerza los objetivos
generales de la educación tendientes a la formación integral del alumno.
Su práctica promueve una actitud creativa, lúdica y de socialización que trasciende
fuera del ámbito específico de la clase, aportando a la vida cotidiana un lenguaje
corporal más espontáneo y más rico.
A través de las actividades, se logra una mejor adaptación a los cambios físicos que se
manifiestan en los niños durante la etapa escolar, a la vez que permite mejorar la
comunicación y la integración de los grupos escolares. También puede ser un valioso
auxiliar en el aprendizaje de un tema específico y coadyuva al desarrollo de la
capacidad investigadora y creadora.
La naturaleza activa de los niños necesita de momentos de descarga de energía,
momentos de relajación, momentos de contacto, juego y humor, para poder llevar a
cabo, en las mejores condiciones, la labor diaria en la escuela, por lo que se invita al
maestro a integrar la práctica del movimiento expresivo como una actividad cotidiana,
programando clases completas y en pequeñas cápsulas a lo largo de la jornada y durante
todo el ciclo escolar. De esta manera, el maestro podrá percibir, día a día, los beneficios
que la materia aporta a sus alumnos en su desarrollo personal y como miembros de un
grupo.
La práctica de la Expresión Corporal en la escuela, encarada como la búsqueda de la
danza personal, la de cada uno, sensibiliza a los niños a experimentar y crear nuevas
formas de movimiento, fomentando con ello el gusto por bailar.
A partir de ese interés, el maestro podrá estimular en sus alumnos la apreciación de las
manifestaciones «dancísticas» en general, con el objeto de ampliar y enriquecer en los
niños la percepción del arte como algo cercano, cotidiano, que forma parte de su
entorno y del cual puede participar activamente, como espectador y como protagonista.
El papel del maestro
En Expresión Corporal, el maestro es el que guía y orienta a través de la presentación de
actividades variadas y estimulantes, promoviendo la participación activa de todos los
miembros del grupo y con el objeto de que los alumnos vayan encontrando su propio
estilo de movimiento, su propia danza.
Asociación Mundial de Educadores Infantiles 75
Explicación: