Geología. Es una ciencia que estudia la formación de los suelos y de la corteza terrestre. Toma en préstamo muchos de los conocimientos de la química y a cambio ofrece la posibilidad de fundar una ciencia nueva: la geoquímica, una rama de la química encargada del análisis de la materia que compone los distintos tipos de suelo y a veces también las aguas.
Matemáticas. El aporte de las matemáticas a la química es fundamental, pues muchos de sus resultados se expresan en términos matemáticos, además de que permite el cálculo proporcional de las sustancias y es clave en la experimentación en laboratorio. Además, le permite a la química elaborar gráficos y tablas para expresar formalmente sus hallazgos.
Física. Las colaboraciones entre la física y la química son numerosas, y si bien pueden abrir todo un campo disciplinario para el estudio de la fisicoquímica, es decir, el análisis mixto de la materia desde la perspectiva de su constitución y de su comportamiento en el ambiente, también le brinda al modelo experimental de la química un número significativo de procedimientos de separación de la materia y un conocimiento específico sobre las fuerzas.
Historia. Como en el caso de numerosas disciplinas científicas, los aportes de la historia resultan clave para entender su evolución en el tiempo y estudiar el contexto en que los grandes exponentes del campo hicieron y publicaron sus hallazgos.
Astronomía. En el estudio de los astros celestes y el universo externo a la Tierra, la astronomía y la química colaboran estrechamente y forman la astroquímica, una ciencia que investiga las reacciones de la materia en el contexto de los mecanismos celestes y el universo lejano.
Mecánica cuántica. Esta rama de la física estudia la materia atómica y las fuerzas elementales que la rigen. Brinda a la química la oportunidad de inaugurar la química cuántica, una rama que explora y describe la materia a escala molecular y atómica empleando la teoría cuántica de campos. En ello también se vincula a otras ramas de la física como la física molecular o la física atómica.
Informática. Numerosos productos de software y hardware atienden las necesidades experimentales de la química y les brindan una rápida y cómoda solución.
Ingeniería. Esta ciencia aplicada tiene también una estrecha colaboración mutua con la química, pues mientras esta le brinda el conocimiento teórico para transformar la materia y desarrollar sus ingenios, la ingeniería le ofrece a la química experimental la posibilidad de diseñar piezas de equipo a su medida, que permitan llevar a cabo experimentos cada vez más complejos y fidedignos.
Ingeniería petrolera. La ingeniería del petróleo evidencia un caso de particular colaboración con la química, ya que juntas constituyen la industria petrolera en sus diversas etapas de evaluación, extracción y refinamiento del crudo para obtener diversos productos industriales como la gasolina, los plásticos y muchos más.
Nanotecnología. Esta disciplina forma parte de la vanguardia tecnológica y científica del siglo XXI, y con ella se le brinda a la química la oportunidad de estudiar las interacciones de las partículas atómicas, a cuya escala los efectos cuánticos se hacen apreciables y significativos. A esta disciplina mixta se la conoce como nanoquímica.
Electricidad. Esta disciplina forma parte de los intereses de la química ya que proviene de sus estudios en el manejo de las partículas cargadas. Sin embargo, también le brinda a la química numerosos procedimientos útiles como la electrólisis (separación de sustancias a partir de la aplicación de electricidad), útil para obtener elementos en estado puro o para forzar un determinado tipo de reacciones químicas.
Medicina. Su comprensión de los diversos procesos del cuerpo brinda a la química orgánica numerosas oportunidades de poner en práctica sus teorías, por lo que ambas ciencias se retroalimentan constantemente.
Paleontología. La colaboración de la química con la paleontología inaugura un territorio sumamente interesante ya que permite el análisis del efecto del tiempo en los diversos materiales orgánicos. Por ejemplo, la determinación de la antigüedad de un resto fósil a partir de las reacciones químicas del carbono en su superficie (también llamada “prueba del carbono-14”).
Ecología. La colaboración entre la ecología (ciencia del estudio de los ecosistemas y del medio ambiente) y la química brinda la oportunidad de abrir el campo de la química medioambiental, una rama de esta ciencia cuyo interés específico es la aplicación de los conocimientos sobre la materia al dilema urgente de la preservación del medio ambiente. Llamada la “química verde”, se interesa en el estudio de la contaminación de aire, agua y suelo, así como de los procesos para revertirla.
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Explicación:
Lista de Ciencias auxiliares de la química
Agricultura.
Economía.
Biología.
Estadística.
Geología. Es una ciencia que estudia la formación de los suelos y de la corteza terrestre. Toma en préstamo muchos de los conocimientos de la química y a cambio ofrece la posibilidad de fundar una ciencia nueva: la geoquímica, una rama de la química encargada del análisis de la materia que compone los distintos tipos de suelo y a veces también las aguas.
Matemáticas. El aporte de las matemáticas a la química es fundamental, pues muchos de sus resultados se expresan en términos matemáticos, además de que permite el cálculo proporcional de las sustancias y es clave en la experimentación en laboratorio. Además, le permite a la química elaborar gráficos y tablas para expresar formalmente sus hallazgos.
Física. Las colaboraciones entre la física y la química son numerosas, y si bien pueden abrir todo un campo disciplinario para el estudio de la fisicoquímica, es decir, el análisis mixto de la materia desde la perspectiva de su constitución y de su comportamiento en el ambiente, también le brinda al modelo experimental de la química un número significativo de procedimientos de separación de la materia y un conocimiento específico sobre las fuerzas.
Historia. Como en el caso de numerosas disciplinas científicas, los aportes de la historia resultan clave para entender su evolución en el tiempo y estudiar el contexto en que los grandes exponentes del campo hicieron y publicaron sus hallazgos.
Astronomía. En el estudio de los astros celestes y el universo externo a la Tierra, la astronomía y la química colaboran estrechamente y forman la astroquímica, una ciencia que investiga las reacciones de la materia en el contexto de los mecanismos celestes y el universo lejano.
Mecánica cuántica. Esta rama de la física estudia la materia atómica y las fuerzas elementales que la rigen. Brinda a la química la oportunidad de inaugurar la química cuántica, una rama que explora y describe la materia a escala molecular y atómica empleando la teoría cuántica de campos. En ello también se vincula a otras ramas de la física como la física molecular o la física atómica.
Informática. Numerosos productos de software y hardware atienden las necesidades experimentales de la química y les brindan una rápida y cómoda solución.
Ingeniería. Esta ciencia aplicada tiene también una estrecha colaboración mutua con la química, pues mientras esta le brinda el conocimiento teórico para transformar la materia y desarrollar sus ingenios, la ingeniería le ofrece a la química experimental la posibilidad de diseñar piezas de equipo a su medida, que permitan llevar a cabo experimentos cada vez más complejos y fidedignos.
Ingeniería petrolera. La ingeniería del petróleo evidencia un caso de particular colaboración con la química, ya que juntas constituyen la industria petrolera en sus diversas etapas de evaluación, extracción y refinamiento del crudo para obtener diversos productos industriales como la gasolina, los plásticos y muchos más.
Nanotecnología. Esta disciplina forma parte de la vanguardia tecnológica y científica del siglo XXI, y con ella se le brinda a la química la oportunidad de estudiar las interacciones de las partículas atómicas, a cuya escala los efectos cuánticos se hacen apreciables y significativos. A esta disciplina mixta se la conoce como nanoquímica.
Electricidad. Esta disciplina forma parte de los intereses de la química ya que proviene de sus estudios en el manejo de las partículas cargadas. Sin embargo, también le brinda a la química numerosos procedimientos útiles como la electrólisis (separación de sustancias a partir de la aplicación de electricidad), útil para obtener elementos en estado puro o para forzar un determinado tipo de reacciones químicas.
Medicina. Su comprensión de los diversos procesos del cuerpo brinda a la química orgánica numerosas oportunidades de poner en práctica sus teorías, por lo que ambas ciencias se retroalimentan constantemente.
Paleontología. La colaboración de la química con la paleontología inaugura un territorio sumamente interesante ya que permite el análisis del efecto del tiempo en los diversos materiales orgánicos. Por ejemplo, la determinación de la antigüedad de un resto fósil a partir de las reacciones químicas del carbono en su superficie (también llamada “prueba del carbono-14”).
Ecología. La colaboración entre la ecología (ciencia del estudio de los ecosistemas y del medio ambiente) y la química brinda la oportunidad de abrir el campo de la química medioambiental, una rama de esta ciencia cuyo interés específico es la aplicación de los conocimientos sobre la materia al dilema urgente de la preservación del medio ambiente. Llamada la “química verde”, se interesa en el estudio de la contaminación de aire, agua y suelo, así como de los procesos para revertirla.
Farmacología.
Lingüística.