En la sociedad del Antiguo Régimen los estamentos constituían grupos cerrados a los que se accedía fundamentalmente por nacimiento. Aunque podía haber alguna escasa posibilidad de trasvase de uno a otro grupo (ennoblecimiento por méritos, compra, etc. Cada estamento se correspondía con un estrato o grupo definido por un común estilo de vida y análoga función social. Era impermeable, es decir, sus miembros no podían mudar de condición.
Jurídicamente era desigual. Cada una de las personas que lo componía era portadora o no de privilegios, en función de su pertenencia a una u otra categoría. Los privilegios consistían en la exención de obligaciones (impuestos) y el derecho a ventajas exclusivas.
Había un estamento privilegiado en el que se incluían la nobleza y el clero y otro no privilegiado que englobaba en su seno al resto de los estratos sociales: burgueses, artesanos, campesinos y grupos marginales. Al estamento privilegiado se accedía (salvo en el caso del clero) por nacimiento o por concesión especial del monarca. A partir del siglo XVII cada vez se hizo más corriente que individuos burgueses alcanzaran el ennoblecimiento mediante la compra de títulos al monarca. Campesina
Con su opulencia económica los burgueses fueron reivindicando también derechos políticos y prestigio social, algo que no estaban dispuestos a conceder los privilegiados. Esa discriminación empujará a la burguesía en ascenso hacia la acción revolucionaria cuyo objetivo será la destrucción de los privilegios feudales.
Estamentos edad moderna
La nobleza
Tenía la función teórica de defender la sociedad. Sin embargo, en la Edad Moderna muchos nobles evitaban servir en el ejército. Existían tres grandes grupos de nobles:
El nivel más alto correspondía a los títulos: duques, condes, marqueses, etc. Tenían un enorme poder político y económico y mantenían un estilo de vida muy lujoso. Entre los títulos había un reducido grupo muy próximo al rey, que formaba la elite nobiliaria y que en España se llamaban grandes y en Francia pares. El nivel medio era el de los caballeros, muy influyentes en las zonas rurales. Poseían tierras de las que obtenían sus ingresos y tenían un nivel de vida alto y ostentoso. El nivel más bajo lo ocupaban los hidalgos, nobles por su ascendencia familiar, pero que, en general, no tenían dinero ni posesiones. Muchos de ellos vivían en la pobreza.
A lo largo de la Edad Moderna se creó otro grupo, la nobleza de toga, compuesta por juristas y otros funcionarios de la administración, a los que el rey ennobleció como premio a sus servicios al Estado.
El clero
Su función era procurar la salvación de la sociedad, por medio de la oración, la predicación, los oficios religiosos y la entrega de los sacramentos. Existían dos tipos de clero, el regular y el secular. El clero regular era el que seguía la regla de una orden religiosa, como los franciscanos, los dominicos, los jerónimos, etc. El clero secular no seguía una regla, y ejercía las labores sacerdotales.
Dentro del clero también existían diferentes grupos:
El alto clero eran los cardenales, obispos, arzobispos, etc. Tenían un gran poder político y controlaban enormes riquezas. El clero medio eran los abades y abadesas de las órdenes, los miembros de los cabildos, los curas de parroquias ricas, etc. Sus cargos les daban unas rentas altas y vivían con desahogo. El bajo clero eran los curas, frailes y monjas. Vivían de forma modesta y algunos eran muy pobres, sobre todo los curas rurales.
En la sociedad del Antiguo Régimen los estamentos constituían grupos cerrados a los que se accedía fundamentalmente por nacimiento. Aunque podía haber alguna escasa posibilidad de trasvase de uno a otro grupo (ennoblecimiento por méritos, compra, etc. Cada estamento se correspondía con un estrato o grupo definido por un común estilo de vida y análoga función social. Era impermeable, es decir, sus miembros no podían mudar de condición.
Jurídicamente era desigual. Cada una de las personas que lo componía era portadora o no de privilegios, en función de su pertenencia a una u otra categoría. Los privilegios consistían en la exención de obligaciones (impuestos) y el derecho a ventajas exclusivas.
Había un estamento privilegiado en el que se incluían la nobleza y el clero y otro no privilegiado que englobaba en su seno al resto de los estratos sociales: burgueses, artesanos, campesinos y grupos marginales.
Al estamento privilegiado se accedía (salvo en el caso del clero) por nacimiento o por concesión especial del monarca. A partir del siglo XVII cada vez se hizo más corriente que individuos burgueses alcanzaran el ennoblecimiento mediante la compra de títulos al monarca.
Campesina
Con su opulencia económica los burgueses fueron reivindicando también derechos políticos y prestigio social, algo que no estaban dispuestos a conceder los privilegiados. Esa discriminación empujará a la burguesía en ascenso hacia la acción revolucionaria cuyo objetivo será la destrucción de los privilegios feudales.
Estamentos edad moderna
La nobleza
Tenía la función teórica de defender la sociedad. Sin embargo, en la Edad Moderna muchos nobles evitaban servir en el ejército. Existían tres grandes grupos de nobles:
El nivel más alto correspondía a los títulos: duques, condes, marqueses, etc. Tenían un enorme poder político y económico y mantenían un estilo de vida muy lujoso. Entre los títulos había un reducido grupo muy próximo al rey, que formaba la elite nobiliaria y que en España se llamaban grandes y en Francia pares.
El nivel medio era el de los caballeros, muy influyentes en las zonas rurales. Poseían tierras de las que obtenían sus ingresos y tenían un nivel de vida alto y ostentoso.
El nivel más bajo lo ocupaban los hidalgos, nobles por su ascendencia familiar, pero que, en general, no tenían dinero ni posesiones. Muchos de ellos vivían en la pobreza.
A lo largo de la Edad Moderna se creó otro grupo, la nobleza de toga, compuesta por juristas y otros funcionarios de la administración, a los que el rey ennobleció como premio a sus servicios al Estado.
El clero
Su función era procurar la salvación de la sociedad, por medio de la oración, la predicación, los oficios religiosos y la entrega de los sacramentos. Existían dos tipos de clero, el regular y el secular. El clero regular era el que seguía la regla de una orden religiosa, como los franciscanos, los dominicos, los jerónimos, etc. El clero secular no seguía una regla, y ejercía las labores sacerdotales.
Dentro del clero también existían diferentes grupos:
El alto clero eran los cardenales, obispos, arzobispos, etc. Tenían un gran poder político y controlaban enormes riquezas.
El clero medio eran los abades y abadesas de las órdenes, los miembros de los cabildos, los curas de parroquias ricas, etc. Sus cargos les daban unas rentas altas y vivían con desahogo.
El bajo clero eran los curas, frailes y monjas. Vivían de forma modesta y algunos eran muy pobres, sobre todo los curas rurales.