Hacia el siglo VIII adC empezaron a construirse las principales ciudades-estado griegas, al frente de las cuales había un rey con atribuciones militares y religiosas, que gobernaba asesorado por un consejo de ancianos. No obstante, en el seno de la sociedad griega de entonces, típicamente rural, surgieron los grandes terratenientes, descendientes de los más poderosos en la guerra, que se impusieron a los pequeños propietarios y sustituyeron la monarquía por el poder aristocrático. Desde entonces los consejeros y los magistrados fueron, de hecho, elegidos únicamente entre la alta nobleza.
La pobreza del suelo y el aumento demográfico obligaron a los griegos a lanzarse a la fundación de colonias en todo el ámbito del mar Mediterráneo, lo que determinó el nacimiento de un activo comercio y el desarrollo de una próspera industria en la metrópoli. A partir del siglo VII adC la actividad comercial e industrial, cada vez más importante, dio lugar a la aparición de una clase media deseosa de tomar parte en el gobierno de la ciudad. Mientras, la situación del pequeño campesino se vio doblemente agravada: por un lado le resultaba imposible competir con los productos agrícolas traídos de otros países por los comerciantes, y por otro, su debilidad económica le hacía entrar, cada vez con mayor dependencia, en la órbita de la nobleza. En estos momentos de agitación social y política surgieron en la mayoría de las ciudades griegas los legisladores y los tiranos, hombres de carácter enérgico, procedentes generalmente de la aristocracia, que se hicieron con el poder y gobernaron con el apoyo de la clase media y del pueblo, que veía en ellos a los ansiados reformadores sociales
Edad Media griega
Hacia el siglo VIII adC empezaron a construirse las principales ciudades-estado griegas, al frente de las cuales había un rey con atribuciones militares y religiosas, que gobernaba asesorado por un consejo de ancianos. No obstante, en el seno de la sociedad griega de entonces, típicamente rural, surgieron los grandes terratenientes, descendientes de los más poderosos en la guerra, que se impusieron a los pequeños propietarios y sustituyeron la monarquía por el poder aristocrático. Desde entonces los consejeros y los magistrados fueron, de hecho, elegidos únicamente entre la alta nobleza.
La pobreza del suelo y el aumento demográfico obligaron a los griegos a lanzarse a la fundación de colonias en todo el ámbito del mar Mediterráneo, lo que determinó el nacimiento de un activo comercio y el desarrollo de una próspera industria en la metrópoli. A partir del siglo VII adC la actividad comercial e industrial, cada vez más importante, dio lugar a la aparición de una clase media deseosa de tomar parte en el gobierno de la ciudad. Mientras, la situación del pequeño campesino se vio doblemente agravada: por un lado le resultaba imposible competir con los productos agrícolas traídos de otros países por los comerciantes, y por otro, su debilidad económica le hacía entrar, cada vez con mayor dependencia, en la órbita de la nobleza. En estos momentos de agitación social y política surgieron en la mayoría de las ciudades griegas los legisladores y los tiranos, hombres de carácter enérgico, procedentes generalmente de la aristocracia, que se hicieron con el poder y gobernaron con el apoyo de la clase media y del pueblo, que veía en ellos a los ansiados reformadores sociales