La destrucción o adelgazamiento de la capa ozono no es más que la disminución de la cantidad de ozono en la estratosfera terrestre. Se produce, principalmente, por la liberación de átomos de cloro y bromo que son los que destruyen el ozono.
Entre las causas naturales que contribuyen al agotamiento de la capa de ozono, se encuentran:
>Las erupciones volcánicas.
>Las corrientes de aire de la estratosfera.
>La actividad solar.
>Las bajas temperaturas, especialmente en invierno, que hacen que aumenten los niveles de cloro y de bromo, elementos que acaban rápidamente con el ozono. Por eso en la Antártida, en el Polo Sur, es donde tiene su origen el agujero de la capa de ozono, allí el frío extremo y las grandes cantidades de luz aceleran la conversión de los clorofluorocarbonos en cloro. La Antártida es entonces la zona con menos ozono del planeta.
>El calentamiento global es causa y efecto de la destrucción de la capa de ozono. Por un lado, es perjudicial, pero por el otro, permite su regeneración. La subida de la temperatura en la superficie terrestre conlleva una disminución en la estratósfera donde se concentra 90% de las reservas de ozono. Ahora bien, mientras más grande se hace el agujero en la capa de ozono, mayor será el aumento de la temperatura terrestre.
Pero ese proceso natural deja de ser equilibrado cuando la actividad humana entra en juego.
Los Clorofluorocarbonos (CFCs) son los principales responsables del deterioro. Estos compuestos han sido creados por el hombre para la elaboración de aerosoles (desodorantes, insecticidas o ambientadores), de refrigerantes de los aires acondicionados y motores de algunos electrodomésticos, de disolventes y propelentes. En principio, se decía que eran amigables con el medioambiente, pero luego se descubrió que al usarlos, estos productos químicos se descomponen por la acción de la luz y liberan átomos de cloro que se elevan a la estratósfera, donde rompen las moléculas de ozono. Ahora bien, lo que más preocupa de ellos es su permanencia. Tienen una vida de entre 50 y 100 años, lo que quiere decir que muchas de las moléculas de cloro emitidas en los años 70 y 80, aun permanecen en la atmósfera como agentes contaminantes. Razones suficientes para que desde hace algunos años se decidiera regular su uso.
Otros productos, como los pesticidas agrícolas o los fertilizantes, que contienen bromo, bromuro de metilo y óxido de nitrógeno, también dañan la capa de ozono.
EFECTOS
El agotamiento de la capa de ozono provoca un aumento de los niveles de radiación ultravioleta en la superficie terrestre, que es perjudicial para la salud humana.
Entre los efectos negativos se incluyen el aumento de casos de determinados tipos de cáncer de piel, las cataratas y los trastornos inmunitarios. La radiación UV también afecta a los ecosistemas terrestres y acuáticos, al alterar el crecimiento, las cadenas de alimentos y los ciclos bioquímicos. Los organismos acuáticos que se encuentran justo debajo de la superficie del agua, base de la cadena alimentaria, sufren especialmente los efectos adversos de los altos niveles de radiación UV. Los rayos ultravioleta también afectan al crecimiento de las plantas y reducen la productividad agrícola.
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Respuesta:
La destrucción o adelgazamiento de la capa ozono no es más que la disminución de la cantidad de ozono en la estratosfera terrestre. Se produce, principalmente, por la liberación de átomos de cloro y bromo que son los que destruyen el ozono.
Entre las causas naturales que contribuyen al agotamiento de la capa de ozono, se encuentran:
>Las erupciones volcánicas.
>Las corrientes de aire de la estratosfera.
>La actividad solar.
>Las bajas temperaturas, especialmente en invierno, que hacen que aumenten los niveles de cloro y de bromo, elementos que acaban rápidamente con el ozono. Por eso en la Antártida, en el Polo Sur, es donde tiene su origen el agujero de la capa de ozono, allí el frío extremo y las grandes cantidades de luz aceleran la conversión de los clorofluorocarbonos en cloro. La Antártida es entonces la zona con menos ozono del planeta.
>El calentamiento global es causa y efecto de la destrucción de la capa de ozono. Por un lado, es perjudicial, pero por el otro, permite su regeneración. La subida de la temperatura en la superficie terrestre conlleva una disminución en la estratósfera donde se concentra 90% de las reservas de ozono. Ahora bien, mientras más grande se hace el agujero en la capa de ozono, mayor será el aumento de la temperatura terrestre.
Pero ese proceso natural deja de ser equilibrado cuando la actividad humana entra en juego.
Los Clorofluorocarbonos (CFCs) son los principales responsables del deterioro. Estos compuestos han sido creados por el hombre para la elaboración de aerosoles (desodorantes, insecticidas o ambientadores), de refrigerantes de los aires acondicionados y motores de algunos electrodomésticos, de disolventes y propelentes. En principio, se decía que eran amigables con el medioambiente, pero luego se descubrió que al usarlos, estos productos químicos se descomponen por la acción de la luz y liberan átomos de cloro que se elevan a la estratósfera, donde rompen las moléculas de ozono. Ahora bien, lo que más preocupa de ellos es su permanencia. Tienen una vida de entre 50 y 100 años, lo que quiere decir que muchas de las moléculas de cloro emitidas en los años 70 y 80, aun permanecen en la atmósfera como agentes contaminantes. Razones suficientes para que desde hace algunos años se decidiera regular su uso.
Otros productos, como los pesticidas agrícolas o los fertilizantes, que contienen bromo, bromuro de metilo y óxido de nitrógeno, también dañan la capa de ozono.
EFECTOS
El agotamiento de la capa de ozono provoca un aumento de los niveles de radiación ultravioleta en la superficie terrestre, que es perjudicial para la salud humana.
Entre los efectos negativos se incluyen el aumento de casos de determinados tipos de cáncer de piel, las cataratas y los trastornos inmunitarios. La radiación UV también afecta a los ecosistemas terrestres y acuáticos, al alterar el crecimiento, las cadenas de alimentos y los ciclos bioquímicos. Los organismos acuáticos que se encuentran justo debajo de la superficie del agua, base de la cadena alimentaria, sufren especialmente los efectos adversos de los altos niveles de radiación UV. Los rayos ultravioleta también afectan al crecimiento de las plantas y reducen la productividad agrícola.