El termoscopio fue inventado en 1593 por Galileo Galilei (1564-1642), que sería el precursor del termómetro. Funcionaba gracias a un tubo de vidrio con una esfera en la parte superior también de vidrio. La parte inferior del tubo quedaba sumergida en una mezcla de alcohol y agua (o cerveza y agua).
Luego se calentaba la bola superior con las manos, y el líquido ascendía por el tubo. El único inconveniente del termoscopio, era que ofrecía resultados variables según la presión atmosférica a la que estaba expuesto, o que tampoco disponía de medición en el tubo para interpretar la temperatura.
El termoscopio fue inventado en 1593 por Galileo Galilei (1564-1642), que sería el precursor del termómetro. Funcionaba gracias a un tubo de vidrio con una esfera en la parte superior también de vidrio. La parte inferior del tubo quedaba sumergida en una mezcla de alcohol y agua (o cerveza y agua).
Luego se calentaba la bola superior con las manos, y el líquido ascendía por el tubo. El único inconveniente del termoscopio, era que ofrecía resultados variables según la presión atmosférica a la que estaba expuesto, o que tampoco disponía de medición en el tubo para interpretar la temperatura.