La evolución ya desde antes del antecesor común a todos los seres vivos (también llamado LUCA, del inglés Last Universal Common Antecesor) se ha producido gracias a muchísimos cambios aleatorios en la secuencia de bases del ADNque llamamos mutaciones. Esto se origina por errores de la información genética contenida en las células –por factores químicos o físicos– y también su posterior propagación por replicación, siendo trascendentes para la evolución aquellas que luego se van a trasmitir a la descendencia: las células somáticas si la reproducción es asexual y los gametos si es sexual.
Por este motivo, decimos que las mutaciones son la fuente primaria de variabilidad génica, imprescindible para que exista evolución. Entonces, sin mutaciones no se presentaría la variabilidad genética que necesita la selección natural –además, dicha diversidad es importante para que la población se amolde (o adapte) con mayor éxito a los continuos cambios ambientales–. Permítanme hacer una analogía: si vamos a una tienda donde solo hay jerseys naranjas, no tenemos la opción de elegir cómo lo queremos, y si además este fuese el único establecimiento de la ciudad y el color naranja supusiese una desventaja , la población se va a pique. A no ser que en la tienda empiecen a vender jerseys de otros colores.
La evolución ya desde antes del antecesor común a todos los seres vivos (también llamado LUCA, del inglés Last Universal Common Antecesor) se ha producido gracias a muchísimos cambios aleatorios en la secuencia de bases del ADNque llamamos mutaciones. Esto se origina por errores de la información genética contenida en las células –por factores químicos o físicos– y también su posterior propagación por replicación, siendo trascendentes para la evolución aquellas que luego se van a trasmitir a la descendencia: las células somáticas si la reproducción es asexual y los gametos si es sexual.
Por este motivo, decimos que las mutaciones son la fuente primaria de variabilidad génica, imprescindible para que exista evolución. Entonces, sin mutaciones no se presentaría la variabilidad genética que necesita la selección natural –además, dicha diversidad es importante para que la población se amolde (o adapte) con mayor éxito a los continuos cambios ambientales–. Permítanme hacer una analogía: si vamos a una tienda donde solo hay jerseys naranjas, no tenemos la opción de elegir cómo lo queremos, y si además este fuese el único establecimiento de la ciudad y el color naranja supusiese una desventaja , la población se va a pique. A no ser que en la tienda empiecen a vender jerseys de otros colores.