La región maya, la más extensa área cultural de Mesoamérica, abarca desde la Península de Yucatán hasta el norte de Honduras y Costa Rica, pasando por el este de Tabasco y Chiapas.
De toda esta grandiosa y exuberante región cultural, que está dividida en tres regiones (norte, central y sur) nos tocó hablar de la región norte porque nosotros y nuestros ancestros se asentaron en dicha región.
Esta región comprende la mitad norte de la Península de Yucatán, es decir, el estado de Yucatán y la mayor parte de los estados de Campeche y Quintana Roo, se extiende desde la costa del Golfo de México; ubicada en Yucatán, hasta los ríos Candelaria y Hondo en Campeche y Quintana Roo respectivamente. Fue importante debido a que en ella se asentaron majestuosos centros ceremoniales y culturales de los mayas.
La región norte es una extensa planicie de roca calcárea en su parte norte y en su parte sur suelos rojos, mostrando en el sur mejor agricultura y algunos ríos importantes. Sin embargo, la región pese a su relativamente escasa fertilidad albergó a dos de los principales centros ceremoniales: Chichén Itzá y Uxmal.
La región maya, la más extensa área cultural de Mesoamérica, abarca desde la Península de Yucatán hasta el norte de Honduras y Costa Rica, pasando por el este de Tabasco y Chiapas.
De toda esta grandiosa y exuberante región cultural, que está dividida en tres regiones (norte, central y sur) nos tocó hablar de la región norte porque nosotros y nuestros ancestros se asentaron en dicha región.
Esta región comprende la mitad norte de la Península de Yucatán, es decir, el estado de Yucatán y la mayor parte de los estados de Campeche y Quintana Roo, se extiende desde la costa del Golfo de México; ubicada en Yucatán, hasta los ríos Candelaria y Hondo en Campeche y Quintana Roo respectivamente. Fue importante debido a que en ella se asentaron majestuosos centros ceremoniales y culturales de los mayas.
La región norte es una extensa planicie de roca calcárea en su parte norte y en su parte sur suelos rojos, mostrando en el sur mejor agricultura y algunos ríos importantes. Sin embargo, la región pese a su relativamente escasa fertilidad albergó a dos de los principales centros ceremoniales: Chichén Itzá y Uxmal.