El Brexit ya está afectando a la economía británica. La libra ha caído un 4% en los mercados en las últimas semanas, ya que muchos inversores están a las expectativas de ver qué ocurre el próximo 23 de junio, día en que los ciudadanos de Reino Unido tendrán que votar si quieren seguir o no en la Unión Europea.
Son tres posturas principales las que se adoptan de cara al referéndum: el Sí, el No pero bajo unos acuerdos internacionales como marco de referencia para regular las relaciones entre Londres y el bloque europeo y un No más independiente del viejo continente, sin acuerdos que sometan sus políticas públicas más al estilo de la gestión del modelo noruego o suizo. Estos últimos, los más euroescépticos, son los que claman que a la nación británica no hay ventajas equiparables a esos 350 millones de libras que la Unión les roba cada semana. También son el bando más criticado, tanto desde fuera como dentro de casa.
El Brexit ya está afectando a la economía británica. La libra ha caído un 4% en los mercados en las últimas semanas, ya que muchos inversores están a las expectativas de ver qué ocurre el próximo 23 de junio, día en que los ciudadanos de Reino Unido tendrán que votar si quieren seguir o no en la Unión Europea.
Son tres posturas principales las que se adoptan de cara al referéndum: el Sí, el No pero bajo unos acuerdos internacionales como marco de referencia para regular las relaciones entre Londres y el bloque europeo y un No más independiente del viejo continente, sin acuerdos que sometan sus políticas públicas más al estilo de la gestión del modelo noruego o suizo. Estos últimos, los más euroescépticos, son los que claman que a la nación británica no hay ventajas equiparables a esos 350 millones de libras que la Unión les roba cada semana. También son el bando más criticado, tanto desde fuera como dentro de casa.