alexpiñago
Resulta obvia la necesidad de incrementar la oxigenación interna, para mejorar el metabolismo digestivo, contrarrestar las parasitosis anaerobias, optimizar la función celular y poder drenar la toxemia circulante. Por tanto, toda actividad física que practiquemos, será netamente favorable y auspiciable: caminar, correr, pedalear, nadar, etc. La mejor actividad física es siempre “aquella que se hace”. Lo importante es el ritmo (algo cada día) y la continuidad (todos los días). Por ello es recomendable ponerse metas pequeñas pero sustentables en el tiempo.