Respuesta: “LA BELLEZA PERECE EN LA VIDA PERO ES INMORTAL EN EL ARTE”
– Leonardo Da Vinci –
Es a través de las diversas representaciones artísticas como es posible dilucidar el papel que tenía reservado la mujer en cada época, sin embargo, su evolución como objeto de representación y su presencia como artista no han tenido un desarrollo paralelo.
La figura de la mujer ha sido siempre asociada con la moralidad y el vicio, con la santidad y el pecado, muy a menudo dependiendo de las creencias y valores del momento.
Es posible conocer cómo desde el paleolítico, pasando por la edad de bronce y el Egipto antiguo, se representaba a la mujer con pequeñas esculturas de marcados atributos femeninos que aludían a la fertilidad y continuidad de la especie. Las religiones más relacionadas con la tierra, los astros y el clima asocian siempre a la mujer con aspectos positivos.
En la Grecia del período helenístico se creó el ideal femenino de belleza clásica, exaltando su figura, mas sólo en su aspecto ornamental, ya que en la vida cotidiana estaba relegada sólo al hogar y sin goce de derecho alguno.
Respuesta: “LA BELLEZA PERECE EN LA VIDA PERO ES INMORTAL EN EL ARTE”
– Leonardo Da Vinci –
Es a través de las diversas representaciones artísticas como es posible dilucidar el papel que tenía reservado la mujer en cada época, sin embargo, su evolución como objeto de representación y su presencia como artista no han tenido un desarrollo paralelo.
La figura de la mujer ha sido siempre asociada con la moralidad y el vicio, con la santidad y el pecado, muy a menudo dependiendo de las creencias y valores del momento.
Es posible conocer cómo desde el paleolítico, pasando por la edad de bronce y el Egipto antiguo, se representaba a la mujer con pequeñas esculturas de marcados atributos femeninos que aludían a la fertilidad y continuidad de la especie. Las religiones más relacionadas con la tierra, los astros y el clima asocian siempre a la mujer con aspectos positivos.
En la Grecia del período helenístico se creó el ideal femenino de belleza clásica, exaltando su figura, mas sólo en su aspecto ornamental, ya que en la vida cotidiana estaba relegada sólo al hogar y sin goce de derecho alguno.