Las células, los tejidos, los órganos, sistemas y los organismos mismos, resultan de la asociación organizada de las moléculas, que de maneras diferentes se reúnen y forman tipos de estructuras más complicadas, desde asociaciones relativamente sencillas de unas moléculas con otra.
Las células, los tejidos, los órganos, sistemas y los organismos mismos, resultan de la asociación organizada de las moléculas, que de maneras diferentes se reúnen y forman tipos de estructuras más complicadas, desde asociaciones relativamente sencillas de unas moléculas con otras, como sucede en el caso de las membranas biológicas, que cuentan con una estructura básica dada tan sólo por la asociación de los fosfolípidos
Explicación:
En los seres vivos hay una cantidad muy grande de agua, que les es indispensable para vivir; pero también existe una importante proporción de sales minerales, desde algunas que intervienen con relativa abundancia —como el sodio y el cloro, que ingerimos en la sal común, el potasio, el calcio o el fosfato, estos dos últimos de fundamental importancia en la composición de los huesos y otras funciones— hasta otras que participan en muy pequeñas cantidades, como el cobalto, el yodo y otros elementos.
Respuesta:
Las células, los tejidos, los órganos, sistemas y los organismos mismos, resultan de la asociación organizada de las moléculas, que de maneras diferentes se reúnen y forman tipos de estructuras más complicadas, desde asociaciones relativamente sencillas de unas moléculas con otra.
Explicación:
Respuesta:
Las células, los tejidos, los órganos, sistemas y los organismos mismos, resultan de la asociación organizada de las moléculas, que de maneras diferentes se reúnen y forman tipos de estructuras más complicadas, desde asociaciones relativamente sencillas de unas moléculas con otras, como sucede en el caso de las membranas biológicas, que cuentan con una estructura básica dada tan sólo por la asociación de los fosfolípidos
Explicación:
En los seres vivos hay una cantidad muy grande de agua, que les es indispensable para vivir; pero también existe una importante proporción de sales minerales, desde algunas que intervienen con relativa abundancia —como el sodio y el cloro, que ingerimos en la sal común, el potasio, el calcio o el fosfato, estos dos últimos de fundamental importancia en la composición de los huesos y otras funciones— hasta otras que participan en muy pequeñas cantidades, como el cobalto, el yodo y otros elementos.