Fe y ciencia son absolutamente compatibles. Por una parte, lo son a nivel teórico, ya que el bagaje de conocimientos que dimanan de la producción científica no tiene por qué entrar en colisión con la cosmovisión que se desprende de las religiones; así, mientras que la ciencia se ocupa de responder al cómo (p. ej. mecanismo del proceso evolutivo biológico), la religión se centra en el significado y finalidad de lo que existe, es decir, a responder al por qué y al para qué. Por otra parte, el inmenso elenco de grandes científicos que han sido religiosos, atestigua esa compatibilidad a nivel personal; en muchas de sus biografías se constata que la fe supuso un acicate para su labor científica.
Explicación:
Fe y ciencia son absolutamente compatibles. Por una parte, lo son a nivel teórico, ya que el bagaje de conocimientos que dimanan de la producción científica no tiene por qué entrar en colisión con la cosmovisión que se desprende de las religiones; así, mientras que la ciencia se ocupa de responder al cómo (p. ej. mecanismo del proceso evolutivo biológico), la religión se centra en el significado y finalidad de lo que existe, es decir, a responder al por qué y al para qué. Por otra parte, el inmenso elenco de grandes científicos que han sido religiosos, atestigua esa compatibilidad a nivel personal; en muchas de sus biografías se constata que la fe supuso un acicate para su labor científica.