El estrés, el uso de alcohol o drogas y los cambios hormonales también afectan a la química cerebral y al estado de ánimo. Algunas afecciones médicas pueden provocar síntomas depresivos. Por ejemplo, se sabe que el hipotiroidismo puede causar un estado de ánimo depresivo en algunas personas. La mononucleosis puede reducir la energía de una persona. Cuando un médico diagnostica y trata estas afecciones, los síntomas depresivos suelen desaparecer. Dormir lo suficiente y hacer ejercicio físico con regularidad suelen tener un efecto positivo en la actividad de los neurotransmisores y en el estado de ánimo.
Los acontecimientos vitales
A veces, la muerte de un miembro de la familia, amigo o mascota causa más pena de la habitual y desemboca en una depresión. Otros acontecimientos difíciles en la vida de una persona, como cuando los padres se divorcian, se separan o se vuelven a casar, pueden desencadenar una depresión.
El ambiente familiar y social
Para algunas personas, una atmósfera familiar negativa, estresante o triste puede llevar a una depresión. Otras situaciones vitales de mucho estrés, como la pobreza, el no tener hogar o la violencia también pueden contribuir a que la gente se deprima. Tener que afrontar el acoso o bullying, o la presión del grupo de iguales puede hacer que una persona se sienta aislada, marginada o insegura.
Situaciones como estas no han de llevar necesariamente a una depresión, pero no saberlas afrontar o afrontarlas sin ningún tipo de apoyo puede facilitar el desarrollo de una depresión.
Respuesta:
El estrés, la salud y las hormonas
El estrés, el uso de alcohol o drogas y los cambios hormonales también afectan a la química cerebral y al estado de ánimo. Algunas afecciones médicas pueden provocar síntomas depresivos. Por ejemplo, se sabe que el hipotiroidismo puede causar un estado de ánimo depresivo en algunas personas. La mononucleosis puede reducir la energía de una persona. Cuando un médico diagnostica y trata estas afecciones, los síntomas depresivos suelen desaparecer. Dormir lo suficiente y hacer ejercicio físico con regularidad suelen tener un efecto positivo en la actividad de los neurotransmisores y en el estado de ánimo.
Los acontecimientos vitales
A veces, la muerte de un miembro de la familia, amigo o mascota causa más pena de la habitual y desemboca en una depresión. Otros acontecimientos difíciles en la vida de una persona, como cuando los padres se divorcian, se separan o se vuelven a casar, pueden desencadenar una depresión.
El ambiente familiar y social
Para algunas personas, una atmósfera familiar negativa, estresante o triste puede llevar a una depresión. Otras situaciones vitales de mucho estrés, como la pobreza, el no tener hogar o la violencia también pueden contribuir a que la gente se deprima. Tener que afrontar el acoso o bullying, o la presión del grupo de iguales puede hacer que una persona se sienta aislada, marginada o insegura.
Situaciones como estas no han de llevar necesariamente a una depresión, pero no saberlas afrontar o afrontarlas sin ningún tipo de apoyo puede facilitar el desarrollo de una depresión.
Explicación:
espero haberte ayudado