Este es uno de los “problemas” más sentidos por la mayoría de los seres vivos – incluyendo los humanos. Hablar de territorio hace nada era como de “raros” o “psicoanalistas” y resulta que el inconsciente es una de las alarmas que siente más a menudo.
Imagínense todas esas mujeres con problemas con la suegra – por poner un ejemplo. Tengo los míos particulares y hasta que comprendí y le puse nombre “territorio” me costaba un sufrir, ahora es más fácil pues cuando comprendes qué es … puedes utilizar el recurso pertinente: con algunos como una leona, con otros como ratoncito que se va corriendo y se mete en una ratonera – su casa, por cierto…depende.
El caso es que una “pérdida de territorio” vivida como un impacto y en soledad… puede generar hasta un infarto, miren ustedes, así que mejor revisamos esto de “nuestro espacio” y lo liberamos ¿a qué sí?
¿Con qué están relacionados los problemas de territorio?
Desde la psicogenealogía se afirma que proyectamos nuestros problemas familiares en la vida. Que los problemas de territorio son en esencia problemas con nuestra hermandad, que también pueden afectarnos en lo corporal y en el dinero.
El ego material se relaciona directamente con el territorio, así como los oros del Tarot. Como esciben Alejandro Jodorowsky y Marianne Costa en “La vía del Tarot”, el cuatro de oros evoca el hogar, la salud, un territorio, algo cuya buena marcha depende de que no se produzca un estancamiento en lo adquirido. Los aspectos negativos de la misma nos remiten a todos los estados de estancamiento material: la cárcel, los problemas de sobrepeso de nuestro cuerpo, un trabajo donde uno no se realiza, el paro, una situación económica estancada, una familia encerrada en sí misma.
Un cuento que ilustra de manera preciosa, como hasta que no equilibremos nuestro ser, no se equilibrará nuestra vida, porque ésta no es más que un reflejo de aquél, es el de “El planisferio”.
¿Y cómo se manifiestan esencialmente los problemas de territorio?
Por ejemplo la prohibición de viajar, de explorar, las dificultades para adaptarse a los cambios, el exceso de pedir disculpas como si se estorbara siempre, el apego excesivo a lo material, la tendencia a acumular, la rivalidad compulsiva, los celos enfermizos, los límites para la prosperidad económica, etc.
¿Qué es lo ideal?
Dice Alejandro Jodorowsky que deberíamos empezar por sentirnos cómodos en nuestro propio cuerpo. Sin importar dónde estemos, ni tampoco la gente que nos rodea, nuestro cuerpo es el lugar perfecto… Sucede que hay personas que no están a gusto en ningún sitio, es porque no están a gusto con su propio cuerpo.
¿Desde qué parte del cerebro se controlan los aspectos relacionados con el territorio?
Ahí está la clave del problema. Es el cerebro más primitivo, el reptiliano, el que controla el territorio, el alimento y la descendencia. Dice Cristóbal Jodorowsky que el dinero proporciona estas tres necesidades básicas y en el momento en el que creemos que nos falta, nos estresamos y nos angustiamos. También puede suceder que vivamos en una familia que asocia el dinero con el pecado, lo que nos dificultará ganarlo y nos estresará de forma crónica.
¿Qué podemos hacer en esos casos?
Una recomendación psicomágica de Alejandro Jodorowsky consiste en tener siempre algún dinero en casa. Si nos han enseñado que el dinero es algo “sucio”, es aconsejable lavarlo y perfumarlo. Hay que amar el dinero, tratarlo como un vehículo que representa lo mejor de nosotros mismos.
Este es uno de los “problemas” más sentidos por la mayoría de los seres vivos – incluyendo los humanos. Hablar de territorio hace nada era como de “raros” o “psicoanalistas” y resulta que el inconsciente es una de las alarmas que siente más a menudo.
Imagínense todas esas mujeres con problemas con la suegra – por poner un ejemplo. Tengo los míos particulares y hasta que comprendí y le puse nombre “territorio” me costaba un sufrir, ahora es más fácil pues cuando comprendes qué es … puedes utilizar el recurso pertinente: con algunos como una leona, con otros como ratoncito que se va corriendo y se mete en una ratonera – su casa, por cierto…depende.
Respuesta:
Este es uno de los “problemas” más sentidos por la mayoría de los seres vivos – incluyendo los humanos. Hablar de territorio hace nada era como de “raros” o “psicoanalistas” y resulta que el inconsciente es una de las alarmas que siente más a menudo.
Imagínense todas esas mujeres con problemas con la suegra – por poner un ejemplo. Tengo los míos particulares y hasta que comprendí y le puse nombre “territorio” me costaba un sufrir, ahora es más fácil pues cuando comprendes qué es … puedes utilizar el recurso pertinente: con algunos como una leona, con otros como ratoncito que se va corriendo y se mete en una ratonera – su casa, por cierto…depende.
El caso es que una “pérdida de territorio” vivida como un impacto y en soledad… puede generar hasta un infarto, miren ustedes, así que mejor revisamos esto de “nuestro espacio” y lo liberamos ¿a qué sí?
¿Con qué están relacionados los problemas de territorio?
Desde la psicogenealogía se afirma que proyectamos nuestros problemas familiares en la vida. Que los problemas de territorio son en esencia problemas con nuestra hermandad, que también pueden afectarnos en lo corporal y en el dinero.
El ego material se relaciona directamente con el territorio, así como los oros del Tarot. Como esciben Alejandro Jodorowsky y Marianne Costa en “La vía del Tarot”, el cuatro de oros evoca el hogar, la salud, un territorio, algo cuya buena marcha depende de que no se produzca un estancamiento en lo adquirido. Los aspectos negativos de la misma nos remiten a todos los estados de estancamiento material: la cárcel, los problemas de sobrepeso de nuestro cuerpo, un trabajo donde uno no se realiza, el paro, una situación económica estancada, una familia encerrada en sí misma.
Un cuento que ilustra de manera preciosa, como hasta que no equilibremos nuestro ser, no se equilibrará nuestra vida, porque ésta no es más que un reflejo de aquél, es el de “El planisferio”.
¿Y cómo se manifiestan esencialmente los problemas de territorio?
Por ejemplo la prohibición de viajar, de explorar, las dificultades para adaptarse a los cambios, el exceso de pedir disculpas como si se estorbara siempre, el apego excesivo a lo material, la tendencia a acumular, la rivalidad compulsiva, los celos enfermizos, los límites para la prosperidad económica, etc.
¿Qué es lo ideal?
Dice Alejandro Jodorowsky que deberíamos empezar por sentirnos cómodos en nuestro propio cuerpo. Sin importar dónde estemos, ni tampoco la gente que nos rodea, nuestro cuerpo es el lugar perfecto… Sucede que hay personas que no están a gusto en ningún sitio, es porque no están a gusto con su propio cuerpo.
¿Desde qué parte del cerebro se controlan los aspectos relacionados con el territorio?
Ahí está la clave del problema. Es el cerebro más primitivo, el reptiliano, el que controla el territorio, el alimento y la descendencia. Dice Cristóbal Jodorowsky que el dinero proporciona estas tres necesidades básicas y en el momento en el que creemos que nos falta, nos estresamos y nos angustiamos. También puede suceder que vivamos en una familia que asocia el dinero con el pecado, lo que nos dificultará ganarlo y nos estresará de forma crónica.
¿Qué podemos hacer en esos casos?
Una recomendación psicomágica de Alejandro Jodorowsky consiste en tener siempre algún dinero en casa. Si nos han enseñado que el dinero es algo “sucio”, es aconsejable lavarlo y perfumarlo. Hay que amar el dinero, tratarlo como un vehículo que representa lo mejor de nosotros mismos.
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Este es uno de los “problemas” más sentidos por la mayoría de los seres vivos – incluyendo los humanos. Hablar de territorio hace nada era como de “raros” o “psicoanalistas” y resulta que el inconsciente es una de las alarmas que siente más a menudo.
Imagínense todas esas mujeres con problemas con la suegra – por poner un ejemplo. Tengo los míos particulares y hasta que comprendí y le puse nombre “territorio” me costaba un sufrir, ahora es más fácil pues cuando comprendes qué es … puedes utilizar el recurso pertinente: con algunos como una leona, con otros como ratoncito que se va corriendo y se mete en una ratonera – su casa, por cierto…depende.