Entre 1925 y 1938, se desarrolló un sistema de partidos políticos con nuevos actores, electoralmente competitivos, dejando de manifiesto la democratización y el conflicto social en el país.
Este fenómeno comenzó en 1931 luego de la caída del gobierno de Carlos Ibáñez del Campo, donde hubo un enorme auge de partidos políticos, inclusive surgieron alrededor de 27 nuevas colectividades. El sistema de partidos políticos entre 1932 y 1952 estuvo profundamente atomizado y los partidos tradicionales decimonónicos sufrieron importantes divisiones, fragmentándose y uniéndose muchas veces de acuerdo a las coyunturas críticas.
Entre 1925 y 1938, se desarrolló un sistema de partidos políticos con nuevos actores, electoralmente competitivos, dejando de manifiesto la democratización y el conflicto social en el país.
Este fenómeno comenzó en 1931 luego de la caída del gobierno de Carlos Ibáñez del Campo, donde hubo un enorme auge de partidos políticos, inclusive surgieron alrededor de 27 nuevas colectividades. El sistema de partidos políticos entre 1932 y 1952 estuvo profundamente atomizado y los partidos tradicionales decimonónicos sufrieron importantes divisiones, fragmentándose y uniéndose muchas veces de acuerdo a las coyunturas críticas.