Las Canarias no están en ninguna zona donde choquen placas. Están en la mitad de la placa africana. Algo parecido les ocurre a las islas Hawái que están en mitad de la placa pacífica. Si observamos en un mapa las islas Hawái veremos algo muy curioso: están casi en línea recta. Además, si consultamos las edades de las islas nos encontramos con otra curiosidad: su edad depende de su longitud geográfica. Las que están más al este son más jóvenes y las que están más al oeste son más viejas. En las Canarias ocurre algo parecido, están bastante alineadas, no tanto como Hawái, pero bastante en línea recta y también ocurre que la edad depende de la longitud, aunque en este caso es al revés: las más al este (Lanzarote, Fuerteventura) son las más viejas y las más hacia el oeste (El Hierro y La Palma) son las más jóvenes. De hecho, son tan jóvenes que la última erupción de La Palma que ocurrió en 1971 hizo crecer la isla. Son tan jóvenes que todavía están creciendo.
Esa peculiaridad llevó a pensar en 1963 al geólogo canadiense J. Tuzo Wilson una posible explicación de su origen. La idea es que debajo de la corteza oceánica hay zonas donde el magma terrestre está muy cerca de la superficie. Las llamó «puntos calientes». Los puntos están fijos en el magma terrestre, no se mueve. De vez en cuando erupcionan. Por supuesto que dicha erupción surge en el fondo del mar, pero poco a poco, la lava que sale va formando una montaña submarina por la que sigue saliendo, si llega hasta a la superficie se forma una isla. Tras la erupción, hay una época de calma. En ningún momento las placas tectónicas dejan de moverse; en el caso de las Canarias hacia el este. Aparentemente el «punto caliente» se desplaza hacia el oeste. Cuando se vuelve a producir una erupción suficientemente grande se crea una nueva isla que está al oeste de las anteriores. Eso explica perfectamente que Lanzarote sea la isla más vieja y El Hierro la más joven. También explica perfectamente lo que ocurre en Hawái.
Pero ya sabemos que en ciencia rara vez hay unanimidad, siempre hay ideas alternativas, lo que, sin duda, es bueno y es lo que produce los avances. En el caso de Hawái hay bastante unanimidad en que el origen es un «punto caliente», pero como las Canarias no están tan en línea recta como Hawái, algunos geólogos proponen otras hipótesis. Parecidas, pero no exactamente iguales.
No obstante, la hipótesis del «punto caliente» es la más aceptada y creemos que sirve muy bien como ejemplo de lo que es el movimiento de los continentes y que nos permite dejar claro que por debajo de la corteza terrestre el magma y las zonas donde se acerca a la superficie cambia mucho más despacio de lo que se desplazan las placas tectónicas.
Las Canarias no están en ninguna zona donde choquen placas. Están en la mitad de la placa africana. Algo parecido les ocurre a las islas Hawái que están en mitad de la placa pacífica. Si observamos en un mapa las islas Hawái veremos algo muy curioso: están casi en línea recta. Además, si consultamos las edades de las islas nos encontramos con otra curiosidad: su edad depende de su longitud geográfica. Las que están más al este son más jóvenes y las que están más al oeste son más viejas. En las Canarias ocurre algo parecido, están bastante alineadas, no tanto como Hawái, pero bastante en línea recta y también ocurre que la edad depende de la longitud, aunque en este caso es al revés: las más al este (Lanzarote, Fuerteventura) son las más viejas y las más hacia el oeste (El Hierro y La Palma) son las más jóvenes. De hecho, son tan jóvenes que la última erupción de La Palma que ocurrió en 1971 hizo crecer la isla. Son tan jóvenes que todavía están creciendo.
Esa peculiaridad llevó a pensar en 1963 al geólogo canadiense J. Tuzo Wilson una posible explicación de su origen. La idea es que debajo de la corteza oceánica hay zonas donde el magma terrestre está muy cerca de la superficie. Las llamó «puntos calientes». Los puntos están fijos en el magma terrestre, no se mueve. De vez en cuando erupcionan. Por supuesto que dicha erupción surge en el fondo del mar, pero poco a poco, la lava que sale va formando una montaña submarina por la que sigue saliendo, si llega hasta a la superficie se forma una isla. Tras la erupción, hay una época de calma. En ningún momento las placas tectónicas dejan de moverse; en el caso de las Canarias hacia el este. Aparentemente el «punto caliente» se desplaza hacia el oeste. Cuando se vuelve a producir una erupción suficientemente grande se crea una nueva isla que está al oeste de las anteriores. Eso explica perfectamente que Lanzarote sea la isla más vieja y El Hierro la más joven. También explica perfectamente lo que ocurre en Hawái.
Pero ya sabemos que en ciencia rara vez hay unanimidad, siempre hay ideas alternativas, lo que, sin duda, es bueno y es lo que produce los avances. En el caso de Hawái hay bastante unanimidad en que el origen es un «punto caliente», pero como las Canarias no están tan en línea recta como Hawái, algunos geólogos proponen otras hipótesis. Parecidas, pero no exactamente iguales.
No obstante, la hipótesis del «punto caliente» es la más aceptada y creemos que sirve muy bien como ejemplo de lo que es el movimiento de los continentes y que nos permite dejar claro que por debajo de la corteza terrestre el magma y las zonas donde se acerca a la superficie cambia mucho más despacio de lo que se desplazan las placas tectónicas.