La Historia de la Iglesia católica en México comienza con la Conquista en la cual fueron sustituidas las antiguas prácticas religiosas de carácter politeísta, propias de las culturas ancestrales que poblaron el México antiguo, por los dogmas católicos y el idioma español a partir del cual se fusionaron varias creencias hasta crear un sincretismo religioso único en el mundo.
La Iglesia católica fue la institución más influyente después del gobierno español en la época del virreinato normando la moralidad y la vida diaria de los novohispanos y siendo parte de la historia negra de la inquisición española.
Durante la independencia, la religión fue parte de la lucha, al ser enarbolado el símbolo católico más importante de México La Virgen de Guadalupe, por el considerado iniciador de la guerra y padre de la Patria Miguel Hidalgo y Costilla. Al finalizar la guerra, Iglesia y Estado comenzarían unidos en el México independiente y tras los desastrosos experimentos de gobierno, la promulgación de la Constitución Política de 1857 y las Leyes de Reforma, marcan la separación definitiva de la Iglesia y el gobierno, surgiendo así uno de los primeros países laicos de Latinoamérica.
La Historia de la Iglesia católica en México comienza con la Conquista en la cual fueron sustituidas las antiguas prácticas religiosas de carácter politeísta, propias de las culturas ancestrales que poblaron el México antiguo, por los dogmas católicos y el idioma español a partir del cual se fusionaron varias creencias hasta crear un sincretismo religioso único en el mundo.
La Iglesia católica fue la institución más influyente después del gobierno español en la época del virreinato normando la moralidad y la vida diaria de los novohispanos y siendo parte de la historia negra de la inquisición española.
Durante la independencia, la religión fue parte de la lucha, al ser enarbolado el símbolo católico más importante de México La Virgen de Guadalupe, por el considerado iniciador de la guerra y padre de la Patria Miguel Hidalgo y Costilla. Al finalizar la guerra, Iglesia y Estado comenzarían unidos en el México independiente y tras los desastrosos experimentos de gobierno, la promulgación de la Constitución Política de 1857 y las Leyes de Reforma, marcan la separación definitiva de la Iglesia y el gobierno, surgiendo así uno de los primeros países laicos de Latinoamérica.