Respuesta: En los últimos años, han surgido malas hierbas resistentes al Roundup en algunas zonas de Estados Unidos, el país en el que más extendidos están los cultivos transgénicos. El problema, dicen los especialistas, reside en el éxito de estos cultivos transgénicos, en especial de la soja, que suponen actualmente las tres cuartas partes de toda la soja producida en Estados Unidos. Los granjeros se decantan por estas semillas, que se venden bajo la marca Roundup Ready, porque pueden rociar los campos con el herbicida, que mata las malas hierbas sin afectar a las plantas de interés comercial.
Sin embargo, la extensión de estos cultivos ha aumentado espectacularmente el uso del Roundup, lo que ha supuesto el imperio de unas condiciones de supervivencia de los más resistentes, en las que han florecido las pocas malas hierbas que sobreviven a su acción. A medio plazo, explican los expertos, los agricultores tendrán que reducir el tratamiento con Roundup de las cosechas para preservar su utilidad.
Estas malas hierbas resistentes representan también un problema para la empresa Monsanto que desarrolló tanto el Roundup como las semillas transgénicas resistentes a este herbicida. Roundup es el producto que más vende Monsanto, y supuso en 2002 el 40% de los ingresos, mientras que las semillas transgénicas alcanzaron el 10%.
Explicación: En la actualidad sólo se encuentra resistencia en algunas especies de malas hierbas, que pueden ser atacadas con otros herbicidas, explican los expertos. Sin embargo, algunos científicos se muestran preocupados por la evolución de este proceso a medio plazo. Mark J. VanGessel, de la Universidad de Delaware, se refiere al Roundup por su nombre genérico -glifosato- al decir: "Con la llegada de las semillas Roundup Ready, lo único que utilizamos es glifosato". VanGessel añade: "A largo plazo lo que va a pasar es que tendremos que dejar de utilizar continuamente estas semillas".
Respuesta: En los últimos años, han surgido malas hierbas resistentes al Roundup en algunas zonas de Estados Unidos, el país en el que más extendidos están los cultivos transgénicos. El problema, dicen los especialistas, reside en el éxito de estos cultivos transgénicos, en especial de la soja, que suponen actualmente las tres cuartas partes de toda la soja producida en Estados Unidos. Los granjeros se decantan por estas semillas, que se venden bajo la marca Roundup Ready, porque pueden rociar los campos con el herbicida, que mata las malas hierbas sin afectar a las plantas de interés comercial.
Sin embargo, la extensión de estos cultivos ha aumentado espectacularmente el uso del Roundup, lo que ha supuesto el imperio de unas condiciones de supervivencia de los más resistentes, en las que han florecido las pocas malas hierbas que sobreviven a su acción. A medio plazo, explican los expertos, los agricultores tendrán que reducir el tratamiento con Roundup de las cosechas para preservar su utilidad.
Estas malas hierbas resistentes representan también un problema para la empresa Monsanto que desarrolló tanto el Roundup como las semillas transgénicas resistentes a este herbicida. Roundup es el producto que más vende Monsanto, y supuso en 2002 el 40% de los ingresos, mientras que las semillas transgénicas alcanzaron el 10%.
Explicación: En la actualidad sólo se encuentra resistencia en algunas especies de malas hierbas, que pueden ser atacadas con otros herbicidas, explican los expertos. Sin embargo, algunos científicos se muestran preocupados por la evolución de este proceso a medio plazo. Mark J. VanGessel, de la Universidad de Delaware, se refiere al Roundup por su nombre genérico -glifosato- al decir: "Con la llegada de las semillas Roundup Ready, lo único que utilizamos es glifosato". VanGessel añade: "A largo plazo lo que va a pasar es que tendremos que dejar de utilizar continuamente estas semillas".