QUE NOS DA A CONOCER QUE NOS DEJA COMO EXPERIENCIA LA PARABOLA DEL JUICIO FINAL
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El discurso escatológico que nos narra el fin del mundo y la separación de buenos y malos, el evangelista mateo en el texto 25-31 nos narra el juicio final, el ultimo momento de nuestros días en la tierra, en el cual no hace ver lo pasajero que es nuestra vida.
Dice que DIOS separara a las ovejas de los cabritos, las ovejas representan las personas mansas y humildes de corazón que escuchan la palabra de Dios y la ponen en practica y que están llamados a disfrutar del gozo eterno, por otra parte los cabritos son los renuentes que no escuchan la palabra de Dios y mucho menos la ponen en practica. De manera pues que todos estamos llamados a la santidad y que queda de parte nuestra ser cabritos o ovejas.
El cielo es lo preparado desde la creación. El infierno es el estado fruto del pecado de los ángeles caídos y de los hombres pecadores. Dios quiere salvar a todos, pero los hombres son realmente libres y puedan reaccionar bien o mal.Cielo, o vida eterna, e infierno, o suplicio eterno, premio o castigo por el amor con que se trata al prójimo en sus necesidades. La misericordia llega más allá que la justicia. Es significativa la identificación que hace Jesús del necesitado y sufriente con Él mismo. La solidaridad debe ser la norma del discípulo que quiere alcanzar el reino eterno. Aunque el hombre no sea consciente de ello, Dios contempla las acciones y las omisiones de cada uno, y todos serán juzgados por la calidad de su amor
Dice que DIOS separara a las ovejas de los cabritos, las ovejas representan las personas mansas y humildes de corazón que escuchan la palabra de Dios y la ponen en practica y que están llamados a disfrutar del gozo eterno, por otra parte los cabritos son los renuentes que no escuchan la palabra de Dios y mucho menos la ponen en practica. De manera pues que todos estamos llamados a la santidad y que queda de parte nuestra ser cabritos o ovejas.
El cielo es lo preparado desde la creación. El infierno es el estado fruto del pecado de los ángeles caídos y de los hombres pecadores. Dios quiere salvar a todos, pero los hombres son realmente libres y puedan reaccionar bien o mal.Cielo, o vida eterna, e infierno, o suplicio eterno, premio o castigo por el amor con que se trata al prójimo en sus necesidades. La misericordia llega más allá que la justicia. Es significativa la identificación que hace Jesús del necesitado y sufriente con Él mismo. La solidaridad debe ser la norma del discípulo que quiere alcanzar el reino eterno. Aunque el hombre no sea consciente de ello, Dios contempla las acciones y las omisiones de cada uno, y todos serán juzgados por la calidad de su amor