La historia del salitre trata del ciclo económico que ocurrió en Bolivia, Chile y Perú con el descubrimiento de yacimientos de salitre (o nitrato) en el desierto de Atacama, en las actuales regiones chilenas de Tarapacá y Antofagasta.
En 1873 el gobierno peruano intentó controlar el comercio del salitre peruano mediante un estanco, pero fracasó debido a la falta de empleados fiscales con conocimientos en la materia, la resistencia de los productores tarapaqueños y la fortaleza de Valparaíso como centro de comercio del salitre.
La explotación del salitre en la etapa peruana estuvo en manos de empresas nacionales y extranjeras, pero a partir de 1875 el estado peruano intentó controlar la producción a través de la nacionalización de las empresas salitreras lo que se logró solo en forma incompleta. Cuando estas salitreras pasan a manos de Chile, este los cedió a empresas creadas por capitales ingleses en su mayoría y, en menor proporción, alemanes y estadounidenses; el salitre del antiguo litoral boliviano estuvo siempre en manos de capitales chilenos ("Salar del Carmen" y "Salinas") y peruanos ("El Toco").
Que el estado boliviano dejase de cumplir una de las cláusulas del tratado limítrofe al no aumentar los 10 centavos por quintal al salitre extraído fue uno de los pretextos para la Guerra del Pacífico que tuvo como consecuencia la cesión de las ricas salitreras a Chile. Luego con la ocupación de Tarapacá, en 1879, el estado chileno se apropia del control total sobre las salitreras bolivianas y peruanas.
En 1971 la ya decadente industria del salitre fue nacionalizada, asumiendo su explotación la Sociedad Química y Minera de Chile (SOQUIMICH), que posteriormente fue privatizada, siendo en la actualidad la principal y casi la única empresa dedicada a esta actividad.
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La historia del salitre trata del ciclo económico que ocurrió en Bolivia, Chile y Perú con el descubrimiento de yacimientos de salitre (o nitrato) en el desierto de Atacama, en las actuales regiones chilenas de Tarapacá y Antofagasta.
En 1873 el gobierno peruano intentó controlar el comercio del salitre peruano mediante un estanco, pero fracasó debido a la falta de empleados fiscales con conocimientos en la materia, la resistencia de los productores tarapaqueños y la fortaleza de Valparaíso como centro de comercio del salitre.
La explotación del salitre en la etapa peruana estuvo en manos de empresas nacionales y extranjeras, pero a partir de 1875 el estado peruano intentó controlar la producción a través de la nacionalización de las empresas salitreras lo que se logró solo en forma incompleta. Cuando estas salitreras pasan a manos de Chile, este los cedió a empresas creadas por capitales ingleses en su mayoría y, en menor proporción, alemanes y estadounidenses; el salitre del antiguo litoral boliviano estuvo siempre en manos de capitales chilenos ("Salar del Carmen" y "Salinas") y peruanos ("El Toco").
Que el estado boliviano dejase de cumplir una de las cláusulas del tratado limítrofe al no aumentar los 10 centavos por quintal al salitre extraído fue uno de los pretextos para la Guerra del Pacífico que tuvo como consecuencia la cesión de las ricas salitreras a Chile. Luego con la ocupación de Tarapacá, en 1879, el estado chileno se apropia del control total sobre las salitreras bolivianas y peruanas.
En 1971 la ya decadente industria del salitre fue nacionalizada, asumiendo su explotación la Sociedad Química y Minera de Chile (SOQUIMICH), que posteriormente fue privatizada, siendo en la actualidad la principal y casi la única empresa dedicada a esta actividad.
Explicación:
suerte amigo
Respuesta:
Explicación:Entre las décadas de 1880 y 1920, Chile vivió un período de inusitado esplendor producto de la
riqueza salitrera que producían las recientemente incorporadas provincias de Tarapacá y
Antofagasta, desde donde se exportaba en grandes cantidades a Europa, donde era usado
como fertilizante y en la fabricación de explosivos.
El salitre se obtenía de la refinación del
caliche, sal que se encontraba en
abundancia bajo la costra superficial de
las planicies desérticas. Aunque no
faltaban los empresarios chilenos, la
propiedad de las oficinas salitreras
estaba mayoritariamente en manos
extranjeras, en particular británicas,
con lo cual obviamente quedaba fuera
del país una parte considerable de las
grandes ganancias obtenidas por ese
concepto. El Estado chileno obtenía su
participación en esta enorme fuente de
riqueza a través de los derechos
aduaneros de exportación que cobraba
en los puertos de embarque. Las
grandes sumas recibidas por el fisco
eran traspasadas en gran medida a los
particulares a través de medios
directos e indirectos: ausencia casi
total de impuestos internos, préstamos
a la banca privada, sueldos y
remuneraciones de todo tipo.
La riqueza del salitre tuvo un efecto
dinamizador sobre el conjunto de la
economía; el norte salitrero, por
ejemplo constituyó un importante
mercado para la producción agrícola y
manufacturera de Chile central. La
industria del salitre era también una
fuente de trabajo muy importante. La
población total de trabajadores
salitreros era hacia 1904, de 24.445 de
los cuales 17.398 eran chilenos. Entre
los extranjeros, la gran mayoría eran
bolivianos y peruanos.