Respuesta: Ya desde la antigüedad, el
hombre ha intentado explicar y
llegar a conocer aquello que le
rodea. Así, a lo largo de la historia,
ha habido diferentes teorías que
explicaban la existencia de las
estrellas. En la antigüedad se pensaba que las estrellas eran “pequeñas lucecitas”
incrustadas en una cúpula que iba girando, y que no se movían las unas respecto de las
otras. A lo largo de la historia, fueron varios los modelos de universo que aceptaban esta
teoría.
Así por ejemplo, el astrónomo del siglo II d.C. Claudius Ptolomaeus, más
conocido como Ptolomeo propuso una teoría según la cual, el Sol, la Luna, los planetas
y las estrellas giraban alrededor de la tierra que se mantenía inmóvil en el centro del
universo. Según este modelo geocéntrico del universo, las órbitas que describen tanto
las estrellas, como el resto de cuerpos celestes, serían perfectamente circulares Aquí se
aprecia la influencia de una creencia que viene desde la época de Aristóteles, el cual
afirmó que, puesto que el cielo es perfecto, en él sólo pueden existir cuerpos y
movimientos perfectamente esféricos.
Pero los movimientos observados de las estrellas y los planetas no coincidían
con los que deberían verse si las órbitas fuesen perfectamente esféricas, sino que había
se amplió para explicar estos sucesos inventando un complicado sistema de epiciclos,
según el cual, el sol, la luna y los planetas giraban con un movimiento circular alrededor
de un punto que a su vez giraba alrededor de la tierra describiendo circunferencias
geocéntricas, mientras que el fondo de estrellas inmóviles (incrustadas en una cúpula) se
movía a su vez alrededor de la tierra con un movimiento perfectamente esférico.
Hoy en día se siguen utilizando las constelaciones a la hora de determinar el
lugar en que se encuentra una estrella a simple vista.
también, que era llamado “trayectoria deferente”.
Explicación:
" Life is not a problem to be solved but a reality to be experienced! "
© Copyright 2013 - 2024 KUDO.TIPS - All rights reserved.
Respuesta: Ya desde la antigüedad, el
hombre ha intentado explicar y
llegar a conocer aquello que le
rodea. Así, a lo largo de la historia,
ha habido diferentes teorías que
explicaban la existencia de las
estrellas. En la antigüedad se pensaba que las estrellas eran “pequeñas lucecitas”
incrustadas en una cúpula que iba girando, y que no se movían las unas respecto de las
otras. A lo largo de la historia, fueron varios los modelos de universo que aceptaban esta
teoría.
Así por ejemplo, el astrónomo del siglo II d.C. Claudius Ptolomaeus, más
conocido como Ptolomeo propuso una teoría según la cual, el Sol, la Luna, los planetas
y las estrellas giraban alrededor de la tierra que se mantenía inmóvil en el centro del
universo. Según este modelo geocéntrico del universo, las órbitas que describen tanto
las estrellas, como el resto de cuerpos celestes, serían perfectamente circulares Aquí se
aprecia la influencia de una creencia que viene desde la época de Aristóteles, el cual
afirmó que, puesto que el cielo es perfecto, en él sólo pueden existir cuerpos y
movimientos perfectamente esféricos.
Pero los movimientos observados de las estrellas y los planetas no coincidían
con los que deberían verse si las órbitas fuesen perfectamente esféricas, sino que había
se amplió para explicar estos sucesos inventando un complicado sistema de epiciclos,
según el cual, el sol, la luna y los planetas giraban con un movimiento circular alrededor
de un punto que a su vez giraba alrededor de la tierra describiendo circunferencias
geocéntricas, mientras que el fondo de estrellas inmóviles (incrustadas en una cúpula) se
movía a su vez alrededor de la tierra con un movimiento perfectamente esférico.
Hoy en día se siguen utilizando las constelaciones a la hora de determinar el
lugar en que se encuentra una estrella a simple vista.
también, que era llamado “trayectoria deferente”.
Explicación: